Por Mónica Ureta, psicóloga y terapeuta integrativa el 29 junio, 2018@raquel22kelly
GETAFE/Rincón psicológico (29/06/2018) – Hemos entrado en el verano, esa estación tan deseada para muchos por relacionarse con las vacaciones, el descanso, el mar, el calor, pero esa estación también no muy deseada para muchos otros que se sienten extraños al no poder compartir lo que les sucede con sus “semejantes”.
Para muchos el verano es esa estación del año en la que por mucho que ellos deseen controlar su humor se les dispara, la sensación de fatiga, el malestar interno y externo… y el carácter temperamental no deja de incrementarse, que se lo digan a muchas familias cuyos miembros sufren este síndrome el cual les lleva a más de una discusión en estas fechas.
Es obvio que ante la situaciones climatológicas a las que nos vemos sometidos sobretodo en muchas ciudades por sus altas temperaturas poco podremos hacer, nuestra necesidad de controlar lo externo hace que muchas veces se nos apaguen las ideas y nos sintamos fracasados por el hecho de no poder con ello pero, ¿qué podemos hacer en nosotros mismos a la hora de “controlar” ese calor?
Muchos traen al presente esa ley universal de “cuanto más te esfuerzas en rechazar algo con más fuerza te vendrá” y en parte es cierto pero cuando el calor nos atormenta y es más lo que nos sucede internamente se nos hace muy difícil no tenerlo presente.
¿Qué se puede hacer entonces?
Acepta que tu regularización térmica es diferente al de muchas personas, aprender esto nos permite sentirnos no tan diferentes de otros, no todos reciben las altas temperaturas de la misma forma y les afecta de la misma forma. Acepta esa diferencia con otros, te permitirá liberarte sin sentirte un extraño.
Explora cuáles son tus horas del día en que sientes más alivio. Donde la sensación térmica es menos intensa. Aprovecha esas horas para realizar tareas más comprometidas. Si realizas un trabajo con un determinado horario siéntete libre en poder hablarlo con tus responsables y estudiar la flexibilidad de horas lectivas para que tu trabajo siga siendo igual de productivo. Nos sorprenderemos de los resultados y de la acogida de la iniciativa.
Elige una ropa del día acorde a esa sensación térmica. No te esfuerces en “disfrazarte” si has de tener una reunión. Lo importante son los resultados y estar ligero por lo que escucha lo que tu cuerpo tiene que decirte. Muchas veces estamos más pendientes de la crítica o el qué dirán que se nos olvida proponer alternativas del manejo de estas situaciones.
Tan importante es la hidratación como una forma saludable de alimentarse. Intenta comer varias veces al día muy a menudo y alimentos que tu cuerpo te solicite. Si estamos atentos a estos signos nos resultará sorprendente la cantidad de alimentos que retiraremos en estos días y aquellos que incorporaremos incluso sabores y texturas desconocidas.
Recuerda que aceptar la diferencia de lo que nos sucede es el primer paso para el cambio. Atreverse a proponer alternativas que nos ayuden es el cambio.