GETAFE/Varios (26/06/2018) – La sociedad en la que vivimos tiene una esperanza de vida cada vez mayor y, con ella, también una forma de entender la vejez diferente. Mientras que antes la opción era el cuidado de los abuelos o las residencias, cada vez hay más opciones parecidas a las que ofrecería tu mayor amigo.
Con la independencia de poder vivir como siempre se ha deseado, en el propio domicilio, la opción de contar con una asistencia domiciliaria que ayude en las principales labores, sirva de acompañamiento e incluso de gestor personal para las pequeñas o grandes decisiones rutinarias tiene cada vez más adeptos.
Una de las últimas tendencias de las grandes capitales y que ha servido para unificar a los mayores con los más jóvenes, creando nuevamente relaciones intergeneracionales, es el alquiler de habitaciones en los que los universitarios pueden convivir como en familia, con un mayor, mientras estudian sus carreras.
Esto ha llevado a entablar relaciones parecidas a las que se pueden tener con tu mayor amigo, algo que enriquece a los más jóvenes gracias a la experiencia de sus compañeros de piso y que rejuvenece la forma de vivir de los mayores, que vuelven a ilusionarse con salir a la calle, llenar su agenda de ocio compartido y también, cómo no, de la compañía de alguien con ganas de contagiar sus ganas de disfrutar de la vida.
Tradicionalmente los mayores han sido siempre los más respetados de la sociedad por la experiencia que llevan a sus espaldas. Tribus indias, griegos o romanos sabían que la sabiduría se encontraba en ellos y los trataban con sumo cariño. Sin embargo, aunque hoy en día el respeto se sigue dando, la forma de vida y el trabajo ha hecho que muchos de ellos se sientan olvidados en muchos momentos.
Organizaciones, opciones de compartir vivienda, residencias, voluntarios y asistentes han hecho de su trabajo tu mayor amigo para conseguir paliar estas carencias.