GETAFE/Look total (08/06/2018) – El concepto de «ir a la playa» implica relajación. Ya sé que las prendas que se suelen colocar sobre el biquini o bañador importan poco, porque verán la luz durante un período de tiempo bastante breve. Y sé que para un lugar que hay en el mundo donde no tenemos que preocuparnos por lo que llevamos, nuestra obligación es defenderlo y apoyarlo con looks poco estudiados. Hasta aquí todo correcto. Pero siempre hay unos códigos que porque no llevar a cabo… Las jornadas de playa suelen acabar tomando algo o incluso cenando en un sitio nuevo. Ya se acabaron esos días en los que después de un largo y relajado día tirada en la arena había que pasar obligatoriamente por el hotel o apartamento antes de salir a descubrir otros rincones y placeres más allá de la orilla del mar. Sobre todo si las calas estaban a desmano de tu hogar de vacaciones.
El estilo típicamente playero ha pasado a mejor vida y ahora, con lo básico y sin descuidar el lado práctico de las vacaciones, podrás ir del mar a una cena en el local más cool con lo puesto y poco más.
Solo tienes que seguir una serie de tips o consejitos:
Si eres de las de vestido, tiene que ser cómodo, sencillo, fácil de llevar y combinar. Llevarlo debe ser placentero y su tejido ha de secarse especialmente rápido. En realidad, le pedimos bastantes cosas, pero ser exigente es la clave.
Es decir, nada de prendas ajustadas. ¿Y por qué? Porque posiblemente no hay conjunto menos favorecedor que una camiseta muy pegada con un biquini debajo. Y si a este dúo añades una minifalda o unos shorts, en fin, obtenemos el look que estamos tratando de evitar.
Sustituye el biquini por el bañador. Ese mismo bañador te servirá luego como body con cualquier parte de abajo, por ejemplo, un pantalón ancho y ligero (tipo pijama) o una falda larga. Si tu objetivo principal es el moreno y vas siempre con biquini, que su parte de arriba sea tipo bandeau o deportivo (de neopreno, red, o con cremallera, un look muy actual), luego te servirán como base para un perfecto look posplaya debajo de un vestido semitransparente, si quieres que se vea (si tiene por ejemplo encaje o pequeños flecos).
La alternativa más cómoda y estilosa para el after playa es apostar por una sola pieza. Mucho mejor que la socorrida opción de la camiseta y el pantalon corto. Sirve cualquier vestido, aunque sea tipo top largo de algodón y tirantes. El moreno es en este caso tu mejor complemento.
Estás de suerte: los capazos y canastos de rafia son un bolso apto para toda ocasión que se precie fuera de la arena. No importa que sean enormes. Mucho mejor que mochilas o bolsos de tela que aguantan peor el calor y a la larga, pierden enseguida el color y se estropean.
En lugar de las socorridas chanclas llévate un par de sandalias un poco más vestidas, incluso joya, a poder ser que no tengan demasiadas hebillas o tiras y te hagan perder la paciencia cada vez que te las pones y te las quitas. Las uggly shoes tan de moda son perfectas. O unas bailarinas de goma aptas para caminar por la arena y aislarte de quemazones y luego te sirvan como calzado todoterreno. Evita cuñas, cordones, suelas que resbalen con la transpiración y el agua, y por supuesto: tacones.
Apuesta por los productos resistentes al agua si eres de las que no suelta el rímel ni para un chapuzón, para evitar ir con el neceser a cuestas y por supuesto con protecciones altas y libres de parabenos, no queremos jugárnosla para nada.
Pulseras y pendientes que no tengas que estar quitándote y poniéndote a riesgo de extraviarlas. Evita los materiales metálicos o la pedrería y los abalorios que cuelgan y además de dejar marca, molestan, se calientan, se clavan o se estropean si te bañas.
Ese es otro de los fuertes, el de la cabeza. Si ya más de una vez se te ha volado tu sombrero borsalino o pamela y te parece un engorro llevarlo a cuestas, únete a la moda del turbante o de las bandanas. Incluso gorras que este año vienen fuerte, amplia tus opciones.
No se debe perder el glamour ni para ir la playa. Aconsejo elegir un vestido o traje de baño con una tendencia con la que te sientas identificada. Tenemos muchas opciones para elegir esta temporada; por ejemplo, una de mis favoritas es la tendencia lino, así que elegiría un vestido midi, unas alpargatas y un sombrero o bandana de cualquier tamaño, ¡lo importante es divertirse en la playa!
Los diseñadores han dejado volar su imaginación. Tendremos estampados divertidos de piñas, frutas tropicales y muchos limones, cualquier fruta quedará bien tirada en la arena, clásicos lunares y rayas, colores metálicos, las eternas flores… todo tendrá su espacio. Aunque este año (aún más que el pasado) el bañador y las braguitas altas ocupan un gran espacio y la forma de los bikinis opta por rodear nuestro cuerpo por todos los lados, con miles de cuerdas, volantes y nudos, también la forma deportiva sube de escalón con tiras anchas, formas más brutas y texturas de neopreno. Estamos en la temporada de los “bikinis de postureo”.
Siempre el cabello natural de ondas playeras o pelo lacio, nada de peinados exagerados que no combinan con un día relajado de sol y mar. En cuanto al maquillaje, optaría por un look completamente natural, un rostro limpio y con un poco de color en las mejillas para dar un toque de salud y brillo, (por supuesto para después de tomar el sol), y siempre, siempre protegidas, o incluso optar por una BBcream.
Y como siempre aquí os dejo mis looks de mi viaje.
¡HASTA PRONTO!
[…y siempre, siempre, siempre diviértete combinando]
“El mejor color del mundo, tu favorito, es el que te queda bien, el que resalta toda tu belleza”