GETAFE/Akelarre (18/05/2018) – ¡¡Que empiezan las fiestas!! Otro año más vuelve el Akelarre justo cuando empiezan las fiestas de Getafe por eso me gustaría recordaros el decálogo del año pasado que desgraciadamente sigue vigente.
El Akelarre viene primaveral (por aquello de que la sangre altera), hoy vamos a hablar de la batalla en las camas ya que uno de los pilares del patriarcado es todo lo que rodea al tabú del placer sexual.
Llevamos días con debates en las redes en las digitales y en las análogicas hablando de relaciones sexuales: que si se necesita empatía o no, que sí podemos tener sexo sin placer. Bueno, pues como sabéis que yo donde veo un charco allí que salto voy para adentro a ver qué sacamos en claro.
Hoy os voy a proponer que hagamos un viaje al pasado y pensemos cómo nos han enseñado todo lo relacionado con la sexualidad. Por un lado hay penes, por otro vaginas, y la función de ambos juntos es solo y exclusivamente que un espermatozoide “el más listo y competitivo” fecunde al “óvulo pasivo” (teoría que se está empezando a desmontar y parece que no va así la vaina). Vamos, que todas sabíamos que “papá pone una semillita en mamá”, pero del proceso de siembra no nos decían un carajo.
Según vamos creciendo vamos empezando a experimentar cambios en nuestro cuerpo tanto las mujeres(cis) como los hombres(cis), que nos cuentan biológicamente supuestamente sin ningún sesgo político/ideológico/cultural. Las cosas son así y punto, pero claro, eso empieza a hacer aguas cuando vamos descubriendo desde la experiencia personal que el “proceso” de siembra no es tan fácil y que hay muchas más cosas que sembrar.
Cuando hablamos entre mujeres sobre cómo nos han educado sexualmente vemos cómo hay un hecho fundamental en nuestras vidas que marcan un antes y un después, esto es la aparición de la menstruación en nuestras vidas. Pocos son los casos en los que no hemos sido avisadas de “cuidado con quedarte embarazada”. Ya sea por deshonra o porque te vas a “joder el futuro”. ¿Recordáis esa vez que se atrasó la “regla” una semana y estabais al borde de un ataque de nervios? Pocos casos se dan a las que nos hayan explicado lo que era la masturbación o para qué sirve el maravilloso clítoris, cuya función es darnos placer.
Por otro lado, si las conversaciones son mixtas vemos cómo la masturbación y el placer los chicos lo tienen como algo normalizado y en lugar de hablar sobre la posibilidad de que la chica con la que mantiene relaciones sexuales se puede quedar embarazada y puede ser una deshonra o se puede joder la vida, lo importante de todo es su placer, como dice la literatura popular “lo importante es meterla en caliente”. Que sí, que van cambiando las cosas pero… ¿acaso no os suena esto?
¿Y qué pasa si juntamos todo esto? Pues la mezcla de una educación sexual heteropatriarcal y con el fin de ser reproductiva hace que haya un conflicto con otros tipos de sexualidad, donde el placer se adjudica a los privilegiados y otras formas de sexualidad son “pecado”.
A nosotras nos educan para complacer, a vosotros para ser complacidos. ¡¡Qué diferencia!!
Hoy quiero recordar el lema que se grita las manis feministas “no me duele la cabeza es que no sabes follar”, que ejemplifica bien cómo hemos construido las relaciones, cómo no nos enseñan a tener relaciones placenteras, basadas en la empatía y en el placer mutuo, ni a decir NO cuando no queremos, ni a aceptar el NO, la excusa de “me duele la cabeza” ha sido un arma para evitar relaciones sexuales no placenteras.
Para construir otra sociedad también debemos tratar el asunto del follar, entender que el sexo no gira en torno al pene y que aquí la cuestión es el disfrute de todas y todos, de forma igualitaria y recíproca. Que no es no, que esto me gusta y esto no, nosotras tenemos el derecho a decir lo que nos gusta y a disfrutar de nuestros cuerpos y que no son objetos de uso y disfrute para varones.
Para terminar, desearos a todas y a todos unas felices fiestas que solo tenemos unas al año, muchas risas y buenos orgasmos.
¡¡Nos vemos en las casetas!!