GETAFE/Varios (13/04/2018) – Sin duda estamos viviendo en la era de la información, ya que muchos de los aspectos de nuestras vidas están directamente asociadas con alguna tecnología informática, en la cual un software se encarga a realizar tareas repetitivas y tediosas por nosotros y al mismo tiempo nos brinda entornos de comunicación y relación entre personas, negocios, gobiernos y empresas.
El mejor lugar para observar esta revolución es internet, donde la cantidad de sitios web ha crecido de manera excepcional. Incluso se tuvo que crear un nuevo protocolo de internet (el IPv6) porque se estaban terminando las direcciones disponibles. Resulta que el mundo web tiene un alcance más general al permitir prescindir de especialistas y donde cualquiera puede crear su propio sitio rápidamente. Puedes verlo por ti mismo en el siguiente tutorial para instalar WordPress, uno de los mejores sistemas para crear tu propia web.
Pero en este punto, es conveniente hacer una pausa y observar hasta dónde hemos llegado con esta obsesión por informatizarlo todo, por lo que en los próximos párrafos analizaremos el nivel de involucramiento tecnológico que el mundo del software junto con sus características, ventajas y desventajas nos ha implicado.
Antes que nada, es preciso saber que no hace mucho tiempo las redes sociales no existían, los sistemas de entretenimiento eran analógicos y la computación ordinaria para una persona era la suite ofimática de Microsoft. Pero las cosas han cambiado de forma exorbitante, y ahora las nuevas generaciones están ciento por ciento envueltas en toda clase de tecnologías que usan día a día, y esto no es solo para los más jóvenes, sino que gente de todas las edades está haciendo uso permanente de varios servicios basados en la informática.
A continuación describiremos las tendencias más revolucionarias:
Para comenzar el recuento, cabe destacar en este campo, al tan hablado: Internet de las cosas o IoT por sus siglas en inglés. En este mundo, los electrodomésticos que usamos desde hace tanto tiempo tienen la capacidad de conectarse a la red global, y así obtener información relevante e interactuar con empresas y servicios.
Ahora es posible que nuestra heladera nos mande un email notificando que se está por terminar un producto de consumo frecuente, como también es posible que ordene más unidades del mismo a través de compras en línea. Y esto no se termina ahí, sino que puede darnos una gran cantidad de información resumida y procesada para tomar mejores decisiones en aspectos fundamentales, relacionados directamente con nuestra calidad de vida. Así, es posible analizar el consumo de grasas, carbohidratos, proteínas y demás nutrientes en un período de tiempo elegido para conocer más acerca de nuestra salud ya que el dispositivo podría tomar esta información de los sitios web de los proveedores.
Esto de darle a los objetos la conectividad mundial, no se termina ahí, sino que tiene enormes capacidades y potenciales que explotar para mejorar nuestra calidad de vida, como también permitir que dediquemos nuestro valioso tiempo en cosas más importantes. Pero no todo necesariamente es beneficio. También podemos descubrir que dejar ciertos aspectos a una computadora, abre ciertas posibilidades indeseadas, como el robo de información, violaciones a la privacidad, peligros en materia de seguridad física. Incluso existen cerraduras inteligentes que te permiten abrir las puertas con la autenticación de cierto usuario registrado, pero esto expone capacidades de accionar cotidianas al alcance de personas y programas malintencionados. Así como las computadoras son susceptibles de infectarse por un virus informático, los electrodomésticos que usamos todos los días también podrían tenerlo y ya podemos imaginar toda clase de consecuencias catastróficas.
Una de las más populares sin duda es el Bitcoin, una moneda completamente digital y descentralizada, es decir, que no tiene un organismo que decida sobre la misma, sino que se basa en toda la red de usuarios, cuyos servidores validan o rechazan las operaciones y transacciones de esta. Una propiedad que la distingue del dinero emitido por los bancos centrales es que la cantidad de unidades disponibles en el mercado converge, es decir, que en cierto momento será fijo en unidades o monedas digitales evitando la inflación que, en contrapartida, se genera por sobreimpresión de billetes.
Esta criptomoneda, junto con las demás existentes, representan un cambio significativo en la propia economía y relaciones humanas, puesto que se puede prescindir de autoridades centrales y al mismo tiempo asegura el anonimato de las operaciones, debido a que no se pueden asociar a una persona física, sino que se almacena en una billetera digital a la que solo puede ingresar quien tenga la clave, no solicitando ni asociando estas cuentas a datos personales de sus propietarios. Evidentemente representa la libertad de comercio a una escala impresionante.
La desventaja principal es bastante directa en este sentido, puesto que, al no poder ser controlada, resulta en una excelente opción para personas o grupos de actividad ilegal en el mundo y puede utilizarse tanto para financiar grupos terroristas, como para comerciar todo tipo de bienes y servicios ilegales.
Basadas en una tecnología similar al de las criptomonedas, aunque con la diferencia de que las transacciones son votos en vez de transferencias monetarias. Este tipo de sistemas nos permitirá organizar sociedades en general.
Los Estados democráticos saben el costoso operativo de logística y gestión que debe llevarse a cabo en las elecciones de cualquier tipo o consultas populares, puesto que se le debe permitir a millones de personas expresar su idea o voto. Con estos programas, sería posible que las personas voten rápidamente desde la comodidad de sus casas y evitar las largas y demoradas filas.
La política y el gobierno cambiarían drásticamente sin duda alguna, puesto que muchas decisiones se podrían consultar ágilmente para mantener a la mayoría conforme y contenta. De todas formas, este tipo de sistemas no se implementa aún principalmente por el miedo al fraude, en el cual se podría facilitar el acceso a falsificar los resultados para la conveniencia de algún candidato en particular o para tomar decisiones fraudulentas a costa de la opinión del pueblo.
Más precisamente llamada: inteligencia computacional. Este término puede darnos la peor de las impresiones debido a la gran cantidad de producciones de cine y televisión donde las máquinas se tornan independientes y violentas. Pero hasta el momento todo se basa en fantasía, puesto que las posibilidades de la inteligencia computacional al día de la fecha son muy reducidas, y el cerebro humano sigue siendo más potente que los mejores superordenadores del mundo.
En este sentido, los algoritmos de inteligencia computacional son extremadamente útiles y más sencillos de programar debido a que pueden adaptarse a nuevas entradas (aprendizaje de máquina) y al mismo tiempo brindar soluciones que antes solo podían brindar los humanos como reconocer un objeto en una imagen, agrupar elementos de características similares, reconocer rostros, huellas dactilares, entre otros.
Sin duda y como conclusión debemos reflexionar qué caminos seguir y cuáles no en este complejo mundo, el cual está siendo moldeado con la forma de la vida digital. Conocer y tener en cuenta que existen desventajas que pueden opacar los objetivos de estos sistemas y ser cuidadosos con los aspectos que delegamos a la computación resultará imperativo cuando las capacidades computacionales sean de potencias considerables y el corra riesgo nuestro propio bienestar y libertad.