GETAFE/Rincón psicológico (25/04/2018) – ¿Cuándo debo empezar a hacer educación sexual? ¿Qué debo contarles? ¿Qué hago si ellos no quieren hablar cuando saco el tema? Te contamos las claves para educar en sexualidad a tus hijos.
Si te preocupa cómo empezar o por donde, tranquil@, llevas educando en sexualidad a tu hij@ desde que nació. Desde las caricias y besos que le dabas de bebé… Los cuidados, masajes, el contacto corporal es educar en sensaciones, en afectos y por lo tanto forma parte de la educación sexual. Otra parte importantísima de la educación sexual que ya has hecho es ofrecerles un modelo de hombre o mujer, tú eres su referente y formas parte del modelo de familia, pareja…
Seguramente algo que te preocupa es cuándo y cómo empezar a hablar tu hij@ sobre sexualidad. Cuando hablamos de educación sexual esto recoge muchos temas desde la auto imagen y referentes de hombres y mujeres, la orientación del deseo, saber poner límites a la intimidad, la autoestima o las relaciones sexuales (masturbacion, caricias, besos, penetracion…)
Sabiendo que ya has empezado a hacer educación sexual, hablar sobre ello es solo una parte del proceso. Al contrario de lo que muchos piensan, hablar de sexualidad no es solo hablar de genitales, embarazo y penetración.
Es importante que te des cuenta de que tu hij@ no va a preguntar nada que no sepas o que no puedas averiguar fácilmente. Mi respuesta favorita a esto es “empieza cuanto antes”.
Es muy importante que los mensajes sean en positivo y no educar desde el miedo. El ejemplo típico es el de los adolescentes y el miedo a las ITS o embarazos, pero si el mensaje es que disfrute, esto se hace mucho mejor con un método anticonceptivo que con un quebradero de cabeza al día siguiente. Los niños muy pequeños pueden entender que las personas que nos quieren nos cuidan, por lo que estarás educando en positivo y evitando situaciones de riesgo.
Los niñ@ s necesitan saber cosas antes de que ocurran para estar preparados y conocer qué deben hacer. Cada etapa deben saber los retos a los que se van a enfrentar, emociones, sentimientos, cambios corporales, deseo, amistades, mi fluencias y por supuesto en la era digital que vivimos una gran cantidad de información. Es imposible contarles todo, hay cosas que deben descubrir por ellos mismos, como padre o madre debes darles las claves para que sepan desenvolverse con el tema, como por ejemplo Identificar fuentes de información correctas, en la sociedad actual si tú no educas internet lo hará por ti…
Si cuando intentas hablar sobre sexualidad tus hijos huyen o pasan las bolas de paja del desierto… tranquil@, es algo normal. Muchas veces ocurre que por vergüenza, si no hemos hablado con ellos en otras ocasiones, o hemos hablado y no ha ido bien, puede haber un cierto rechazo para hablar de sexualidad.
En este caso tienes varias opciones, como ya hemos visto hablar de sexualidad no es solo hablar de genitales, también del cuerpo, emociones, límites… empieza por donde te sientas más cómodo y te resulte más fácil.
Habla del tema de forma indirecta, con tu pareja, hermano, padres… de forma que sea una conversación de adultos que ellos puedan entender, seguro que les interesa el tema y escuchan lo que estáis diciendo, luego cuando la conversación sea fluida puedes preguntarles si eso les ha pasado a ellos o qué opinan sobre el tema. Por ejemplo puedes hablar sobre tu compañero de tu trabajo que es gay y lo enamorado que está de su pareja, de tal forma que normalices e iguales todas las orientaciones del deseo. Esto abrirá el tema para que podáis hablar o les puedas preguntar si saben lo que significa ser gay o lesbiana.
● La educación sexual no es cosa de un día.
● Un error que solemos cometer es plantearnos tener “la conversación”
● Hablar de sexualidad no es hablar solo de genitales
● No Educar es imposible, obviar un tema es convertirlo en algo oscuro y en un tabú.
● Si quieren tener información y tú no se la das encontrarán la forma de obtenerla. La naturalidad es la clave, si te da vergüenza asúmelo y ve poco a poco. Hablar sobre sexualidad es lluvia fina que va calando.