GETAFE/Akelarre (13/03/2018) – No, no es viernes, pero toca Akelarre. Después de los días de euforia tras el éxito de la convocatoria del 8 de marzo, toca reflexionar.
El pasado 8 de marzo por si no os enterasteis sucedió algo histórico, las mujeres estábamos llamadas a una huelga feminista laboral, educativa, de consumo y de cuidados. Y sí, hicimos La Huelga. También por todas aquellas que no pueden ejercer su derecho a la huelga, ya que en este país corres el peligro de perder el empleo que te sustenta si ejerces tus derechos, supongo que será cosa de la democracia.
Estos días se ha hablado de desborde o de tsunami feminista, yo creo que ha sido un terremoto que ha removido los cimientos de nuestra sociedad patriarcal y capitalista. Se han abierto grietas que sólo podrán recomponerse con unos nuevos cimientos aunque algunos intenten cerrarlas con tiritas o lazos morados.
¿Y cómo ha sido posible remover estos cimientos? Gracias al empeño de muchas mujeres que han estado meses realizando trabajo de hormiguita (del invisible) para llegar a la primera convocatoria de una huelga feminista sin precedentes en nuestro país. Y no creáis que esto ha sido fácil, que no todo el mundo apostaba por esta jornada de movilización y reivindicación feminista desde un principio, pero claro, gracias a ese hormiguero construido por el movimiento feminista y muchas mujeres en sus organizaciones y sindicatos, llegó un momento en el que ‘no quedó más remedio’ que unirse. Que se lo digan a Rajoy, que del “no nos metamos en eso” no tuvo más narices que pegarse con hormigón armado (cómo su rostro) un lazo violeta el mismo jueves.
Para comenzar, tenemos que recordar cómo durante quince días antes de la huelga ya estaba en todos lados, bares, mercados, oficinas, aulas, parques, puertas de colegios. ¿Cómo hago la huelga? ¿Si no cuido a mis hijos quién lo hace si mi pareja va a currar? Compañero, ¿cubres tú los servicios mínimos? ¿Por qué tengo que pagar más por productos solo por el hecho de ser rosas? El 8 te haces tú la comida, y miles de preguntas y frases más que hacían que la huelga feminista llegara desde las calles hasta la cocina, el dormitorio o el salón.
Por otro lado, el movimiento generado en torno al 8 de marzo ha conseguido que señoros como Albert Rivera pasen del ‘antifeminismo’ a ser líderes del movimiento según ellos. De criminalizar el movimiento, intentar deslegitimarlo como ‘político’ o ‘anticapitalista’ (no me parecen insultos la verdad sea dicha) a intentar abanderarlo. Vamos, que después del 8 de marzo la derecha más carca y la naranja más pasada haciendo un ejemplar ‘mansplaining’ vienen a contarnos qué es ser feminista y el feminismo. Y nos dicen que el “feminismo no es político” sin saber que una máxima que defendemos las feministas es que “lo personal es político”, por lo que TODO es político. Pero además, ahora intentan vaciar de contenido el feminismo diciendo “que no es una ideología”, bueno podríamos decir que “solo” es una forma de analizar el mundo desde una perspectiva emancipadora y de género poniendo en el centro la defensa de la vida y por lo tanto cuestiona el sistema capitalista y patriarcal por las explotación y la opresión que genera.
Pero además, esta jornada de huelga, nos enseña el camino, tanto su preparación como las multitudinarias movilizaciones que se dieron a lo largo y ancho del estado y en otros países, no sólo porque ha demostrado que se pueden hacer las cosas de una forma diferente, uniendo en torno a nuestras problemáticas individuales en un sujeto político que plantea la transformación de la sociedad con la consecución de derechos, el reparto de la riqueza y el reparto de cuidados. Hemos pasado del “yo también” a “nosotras hemos..”, se ha sacado de las cuatro paredes de las oficinas, las fábricas o las casas la violencia y la desigualdad que sufrimos diariamente.
Para concluir, quiero dar las gracias a todas las mujeres que durante meses se han dejado horas de sueño en organizar este terremoto que seguirá plantando cara ante las opresiones. Seguimos construyendo el mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.
Me despido con una cita de Clara Zetkin una de las impulsoras del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer:
«El viejo mundo de los sentimientos y los pensamientos ha comenzado a tambalearse. Los viejos lazos sociales se están enredando y rompiendo. Y tendemos hacia una nuevas relaciones ideológicas entre hombres y mujeres«.
Marieta
13 marzo, 2018 at 18:01
Muy buen análisis compañera. Ahora viene el día 9y el 10,11…y todo el año. La vida continúa, el feminismo también. Ha empezado una revolución que no va a parar. Felicidades a todas las mujeres. Sororidad!!!