GETAFE/Rincón psicológico (28/03/2018) – El término reserva cognitiva hace referencia al hecho de que algunas personas que mantiene su cerebro activo, tienen mayor capacidad para afrontar el deterioro provocado por el envejecimiento e incluso minimizar o retrasar los efectos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Así, las personas que poseen una mayor reserva cognitiva tienen mayor capacidad para tolerar los cambios producidos en sus estructura cerebrales, presentando una menor sintomatología clínica.
Este concepto de reserva cognitiva se adoptó tras ser realizadas diferentes observaciones en la que se constataba que no siempre existía una relación directa entre la gravedad del daño cerebral y la sintomatología presentada por el paciente.
Aunque no debemos olvidarnos de los factores genéticos, estos últimos años se ha venido investigando sobre cuáles son los factores que más influyen en la reserva cognitiva, mostrando que ciertos hábitos ayudarían a aumentar esta reserva. Algunos de los factores más relevantes son:
Mantener el cerebro activo, no solo en la vejez sino a lo largo de toda la vida, ayuda a aumentar esta reserva cognitiva. Así, la realización de tareas que permiten entrenar la mente, como leer, aprender cosas nuevas, estimular la memoria, la atención, el cálculo, etc., podrían ser de gran utilidad. Además, no debemos olvidar la importancia de mantener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, la realización de ejercicio físico moderado y el abandono de hábitos como fumar o beber alcohol.
Ya sabes: cuídate. ¡¡Tu cerebro te lo agradecerá!!
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