Reserva cognitiva: cómo proteger nuestro cerebro

 

GETAFE/Rincón psicológico (28/03/2018) – El término reserva cognitiva hace referencia al hecho de que algunas personas que mantiene su cerebro activo, tienen mayor capacidad para afrontar el deterioro provocado por el envejecimiento e incluso minimizar o retrasar los efectos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Así, las personas que poseen una mayor reserva cognitiva tienen mayor capacidad para tolerar los cambios producidos en sus estructura cerebrales, presentando una menor sintomatología clínica.

Este concepto de reserva cognitiva se adoptó tras ser realizadas diferentes observaciones en la que se constataba que no siempre existía una relación directa entre la gravedad del daño cerebral y la sintomatología presentada por el paciente.

¿Qué factores influyen en la reserva cognitiva?

Aunque no debemos olvidarnos de los factores genéticos, estos últimos años se ha venido investigando sobre cuáles son los factores que más influyen en la reserva cognitiva, mostrando que ciertos hábitos ayudarían a aumentar esta reserva. Algunos de los factores más relevantes son:

  • Nivel cultural: cuanto mayor es el nivel cultural, mayor seria la capacidad de reserva cognitiva. Hay que tener en cuenta que este nivel cultural no siempre está relacionado con un alto nivel de estudios.
  • Ocupación laboral: las personas que realizan una actividad profesional que demanda una mayor implicación de las capacidades de razonamiento, estarían más protegidas frente a enfermedades degenerativas.
  • Realización de actividades intelectuales: nunca es tarde para aprender. Leer de forma habitual, aprender cosas nuevas como un nuevo idioma, tocar un instrumento o jugar al ajedrez, por ejemplo, ayuda a aumentar la reserva cognitiva. Se ha demostrado que realizar nuevas actividades de tipo intelectual, puede reducir el riesgo de demencia en un 50%.
  • Actividades de ocio y relaciones sociales: las investigaciones han mostrado que aquellas personas que realizan actividades de ocio de forma regular y mantienen relaciones sociales activas, presentan hasta aproximadamente un 40% menos de riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad neurodegenerativa.
  • Actividad física: de la misma manera, las personas que realizan un ejercicio físico moderado de forma regular tienen menos posibilidades de sufrir un deterioro cognitivo. Así, realizar una actividad deportiva ayuda a mejorar la producción neuronal y la plasticidad cerebral y por tanto, a aumentar su reserva cognitiva.

¿Cómo puedo aumentar mi reserva cognitiva?

Mantener el cerebro activo, no solo en la vejez sino a lo largo de toda la vida, ayuda a aumentar esta reserva cognitiva. Así, la realización de tareas que permiten entrenar la mente, como leer, aprender cosas nuevas, estimular la memoria, la atención, el cálculo, etc., podrían ser de gran utilidad. Además, no debemos olvidar la importancia de mantener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, la realización de ejercicio físico moderado y el abandono de hábitos como fumar o beber alcohol.

Ya sabes: cuídate. ¡¡Tu cerebro te lo agradecerá!!

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Redacción Getafe Capital