Marca Getafe

GETAFE/La piedra de Sísifo (13/03/2018) – Con este no parar de noticias, campañas, fechas señaladas, personajes señeros y personajillos con más pena que gloria; no ha habido oportunidad de comentar un contrato menor, de fecha 23 de noviembre de 2017, suscrito con la agencia Tequila Spain SL, publicado en la página 74 del prolijo listado de contratos menores autorizados en el ejercicio 2017 por el Ayuntamiento de Getafe.

En contra de lo que pudiera suponerse por el nombre de la agencia, no, repito, NO se trata de la contratación de suministro de bebidas alcohólicas de alta graduación que nos ayuden al olvidar el “síndrome Manto de Penélope” que experimenta la política local y padecemos los sufridos contribuyentes de Getafe, consistente en un Gobierno Municipal que teje por el día lo que puede (o le dejan) y en una oposición que desteje por la noche todo lo que no le gusta (creo que sobran las palabras “lo que no le gusta”). Pero no, se trata de una agencia de comunicación que, así reza en el contrato, analizará la coherencia y relevancia de la comunicación municipal y presentará un Plan de Trabajo para una campaña de Marca del Ayuntamiento.

Con ese espíritu de colaboración y vocación de servicio público que nos caracteriza (nunca he entendido el uso de esta frase, que parece que a uno le gustara que le meen los viandantes de vejiga limitada), desde este modesto megáfono a pilas proponemos alguna idea que pueda ayudar a la creación de una imagen de marca fidedigna, eficaz y fiel al modelo que pretenden.

No partimos de cero, ya tenemos la ubicua representación del ‘Punto G’ que instauró el Gran Soler y que iba acompañado de un equívoco eslogan: ¡Qué gente, qué Getafe! Que lo mismo reivindicaba su asombro por la genialidad de la ciudad y sus habitantes como su molesta resignación por sus vestigios aldeanos, que haberlos, haylos.

Un rasgo muy definitorio de la ciudad es, por unanimidad, La Cibelina. Un enorme (y feo hasta el dolor) carro de piedra tirado por dos esquemáticos leones (que trata de imitar al mito), sobre el que descansa, sobre un pedestal negro, la pequeña, elegante y discreta figura que presidía la fuente original. De esta imagen contradictoria se pueden extraer algunas conclusiones. La fundamental, para mí, es que no nos avergonzamos de NO ser enormes, grandilocuentes, aparatosos y, con permiso, horteras nuevos ricos, sino que nos define mejor la escultura original, bella en su discreción, elegante en sus líneas puras y con un encanto especial que te enamora al primer vistazo. El carro que la aupa también define la ciudad: un cruce de trucha y mono, impuesto por alguien o algunos que, en su ansia legítima por dejar un legado que atribuirse, no repararon en que el legado más perdurable es el respeto fiel al carácter de lo que tratas de definir y que incluye a todos sin dejar fuera a nadie.

Que los del Tequila empiecen por ahí, que, como grandes profesionales que son, estoy seguro que sabrán dar con la tecla apropiada y hacer un trabajo con el que nos sintamos identificados. De nada.

Sed felices.

5 Comments

  1. ANTONIO

    15 marzo, 2018 at 11:53

    Todo lo que se hizo en Getafe durante 30 años se lo dieron a Aragonés, no se de donde sacas esa información.

  2. Leandro Merino

    15 marzo, 2018 at 9:58

    Tienes razón, Moisés. Ha sido una metedura de pata porque es obra de Ángel Aragonés, como bien dices. Disculpa, por favor.

  3. Moisés Rojas

    14 marzo, 2018 at 19:38

    Leandro Merino: Antes de hacerte esa pregunta en la que me mencionas, aunque te ocultes tras anónimos rumores, deberías informarte mejor y no atribuirme una obra que no es mía.
    No tengo nada que ver ni en su concepción ni realización.
    Moisés Rojas

  4. Leandro Merino

    13 marzo, 2018 at 20:01

    ¿Es cierto el rumor que afirma que al contemplar su obra y ver el horror que había creado, Mousés Rojas no tuvo ánimo para firmar el carro y los leones y grabó «Anónimo» en un lateral?

    • Moises

      14 marzo, 2018 at 17:01

      Moisés Rojas no diseñó ni realizó la Cibelina ni sus leones.Leandro, Infórmate bien. Creo que fue obra de Angel Aragonés. Doy fe. Moisés Rojas.