GETAFE/Patrocinado (12/03/2018) – El crash de la burbuja inmobiliaria del año 2007 y la posterior crisis económica que se instauró en el país frenó en seco un sector que en la primera década de los 2000 había empujado la economía nacional y había sido fuente de riqueza: la construcción. El paro en este sector se duplicó en apenas un año: de 283.867 demandantes de empleo que había en diciembre de 2007 se pasó a 657.436 tan solo un año después.
Un panorama que no dejó de empeorar en los años siguientes, superando incluso los 800.000 parados en 2012 para aquellos trabajadores que buscaban trabajo en la construcción. La venta de viviendas se frenó en seco, los precios cayeron en picado, los desahucios aumentaron exponencialmente, los bancos recogieron miles de inmuebles y el número de hipotecas registradas cayó.
La tendencia en los últimos años ha dado un vuelco y el sector de la construcción vuelve a ser atractivo. Las grúas vuelven a ser parte de la foto fija de nuestras ciudades y las estructuras como las de Grupo MAQ, empresa de alquiler y venta de andamios, vuelven a nuestro día a día. El paro en este sector ha vuelto a niveles de hace 10 años. En febrero eran 305.346 los demandantes de empleo en la construcción.
De esta forma, se ha reactivado tanto la venta de pisos de obra nueva como de segunda mano. El mercado hipotecario también va en aumento y en 2017 se constituyeron según datos del INE, un total de 310.096 hipotecas, un 9,7% superior al de 2016. En 2013 esta cifra apenas alcanzaba las 200.000 hipotecas anuales.
El importe medio que reclaman los compradores al banco también ha aumentado: si en 2013 era de 100.000 euros, en 2017 alcanzó los 116.709 euros, con un aumento en solo un año de un 6,3%.
El número de hipotecas sobre viviendas aumentó en todas las comunidades en el año 2017. Las mayores tasas se dieron en La Rioja (18,4%), Comunidad de Madrid (16,6%) y Principado de Asturias (12,4%).