…y la huelga feminista fue un éxito

GETAFE/Tribuna con acento (16/03/2018) – La pasada manifestación del 8 de marzo ha sido un éxito de participación sin precedentes que ha tenido una repercusión muy positiva incluso a nivel internacional. Ahora toca intentar que el año que viene sea mejor y sobre todo, que en estos 365 días (ya menos) que faltan hasta el próximo 8M, se produzcan avances significativos en los temas de igualdad y se vayan cerrando esas brechas de injusticia y desigualdad, que en distintos ámbitos de la vida se siguen produciendo entre hombres y mujeres.

Quisiera comentar algunas pintadas o mensajes en las redes llamando ‘traidores’ a Comisiones y UGT por haber convocado exclusivamente un paro de dos horas y no de 24. Aunque esos mensajes sean minoritarios, me parece que merecen una pequeña reflexión. Porque me parecen injustos y profundamente negativos para el movimiento feminista y para la necesaria unidad al abordar los enormes problemas que tenemos enfrente, pensiones, recortes, pobreza, etc. En primer lugar, decir que legalmente al haber convocado CGT a nivel del estado una huelga de 24 horas, todas las personas, hombres o mujeres, que hayan querido parar durante ocho horas que es la jornada laboral máxima, han podido hacerlo perfectamente desde un punto de vista legal independientemente de que CCOO y UGT hubiesen convocado 2, 4 o 6 horas. No tengo datos, ni es necesario tenerlos, de las personas que han hecho efectivamente huelga o paros porque una cosa es participar de las distintas movilizaciones y otra cosa son las personas que han indicado a sus empresas que les descuente el salario tantas horas, y la parte proporcional de vacaciones y pagas anuales y den de baja en la Seguridad Social que es lo que se hace en las huelgas. Me gustaría saber si los autores o autoras de las pintadas y los tuit, tienen en su vida laboral el 8 marzo como un día sin cotización. Pero eso tampoco es importante.

Es que gracias a los sindicatos y a las personas que les han dado fuerza con su apoyo que se han conseguido cosas como el propio derecho de huelga, los permisos de paternidad y maternidad, las jornadas laborales decentes, y también cosas como que en los convenios no haya cláusulas discriminatorias entre hombres y mujeres. Porque es ilegal tener salarios distintos por ser hombre o mujer, y si no, que alguien muestre un convenio firmado por CCOO o UGT donde haya tablas salariales distintas para hombres y mujeres. Generalmente cuando hablamos de brecha salarial, que existe efectivamente, está ocasionada por una diferencia entre las categorías y cargos que suelen ocupar las mujeres en las empresas y los que ocupan los hombres y en las posibilidades de acceso a los mismos.

Son los sindicatos (los hombres y mujeres de los sindicatos) los que han permitido consolidar derechos a lo largo del tiempo y a todo los niveles, del estado o en las empresas, recuerdo luchas por disponer de maquinas de café o agua o por combatir las horas extras cuando el desempleo empezó a hacer estragos… todo eso no sale en Twitter ni las personas que se recorren los polígonos industriales con horas sindicales o con su propio tiempo libre, para intentar que no haya una pequeña o mediana empresa sin representación sindical ya sea un delegado o un comité. Os aseguro que no son lo mismo las relaciones laborales en una empresa donde hay representación sindical a donde no la hay. Estos días los trabajadores de las piscinas y deportes en Getafe están luchando para que su contrato no se divida en tres empresas. Uno de sus motivos es el peligro de la pérdida de una representación sindical fuerte.

Vuelvo a los derechos de la mujer. Me contaba el otro día un sindicalista de John Deere que hace muchos años en un concurso para entrar en el taller, la persona que sacó más puntuación fue una mujer. Hasta entonces nunca se habían presentado mujeres a los concursos para trabajos en taller. La empresa intentó convencerla para que pasara la oficina donde estaría ‘mejor’, sin embargo, ella se mantuvo en que quería estar en el taller de fresado y acudió al comité y este defendió su postura y exigió a la empresa su entrada en el taller: “Es que no tenemos vestuario” – “Pues hágalos” – “Es que no hay baños” – “Pues ponga unos” – “No hay ropa de trabajo para mujeres” – “El mono es unisex, si no encárguela”… Aquella fue la primera. Hoy hay muchas mujeres trabajando en los talleres de John Deere y otras empresas como Airbus y fue gracias a esa luchas de los hombres y mujeres de los sindicatos. Y no es una cosa del pasado, es cosa del día a día, los 365 días… Coca-Cola, los 8 de Airbus, hoy, Gemini en lucha.

La jornada del 8 de marzo este año ha sido un éxito, y seguramente marcará un antes y un después en la defensa de los derechos de las mujeres. Y sin duda, CGT, UGT y CCOO y otros sindicatos TAMBIÉN han tenido una importante contribución a que haya sido posible y la seguirán haciendo en el futuro.