Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
León Felipe
GETAFE/Todas las banderas rotas (07/02/2018) – Si alguien sigue mis escritos en GETAFE CAPITAL deberá ser condescendiente conmigo y disculpar que en este artículo repita el método que utilicé en el anterior: servirme de un escrito ajeno para hacer mis comentarios sobre un asunto importante.
En esta ocasión utilizaré una carta de Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, que, como pensionista que soy, he recibido. Haré un resumen de dicha carta para aquellos que no la conozcan porque no son pensionistas, es decir, no están en mi privilegiada situación:
Estamos avanzando en la recuperación y el crecimiento porque se han creado más de 600.000 empleos, y eso ha ocurrido gracias a la solidaridad y al esfuerzo de todos los españoles.
Ese esfuerzo de la sociedad ha permitido que nuestra Seguridad Social atienda a más pensionistas que nunca y reconozca nuevas prestaciones y derechos.
En 2018 el incremento de las pensiones será del 0,25%.
Agradece la comprensión que los pensionistas han demostrado durante la crisis. “Ahora bien, la intensa creación de empleo (…) supone una garantía de presente y de futuro para nuestro sólido pilar de protección social”.
Reitera su compromiso con el sistema público de pensiones.
Y ahora me permitiré dar unos pocos datos para situar lo que dice la señora ministra en la realidad que ella ignora, que está muy lejos de su idílica visión.
2017 finaliza con una tasa de paro que, aun habiendo bajado más de 10 puntos desde el máximo de la crisis, sigue estando (16,4%) entre las más altas de la Unión Europea y de los países desarrollados.
El 47% de los trabajadores españoles cobra menos de 1.000 euros al mes. En términos absolutos, 8.160.172 personas se encuentran en esta situación.
El 36% de los 1,5 millones de contratos eventuales o más que se firman cada mes responde a nuevas contrataciones, el resto son renovaciones; por lo tanto, no todo el empleo que se crea es nuevo, o dicho de otra manera (como le gusta a M. Rajoy), habría que ver cuántos de los 600.000 suponen, realmente,creación de nuevos empleos.
Los últimos datos de enero del Servicio Público de Empleo reflejan que solo78.754 contratos del total de 1.396.929 registrados, son contratos indefinidos y de jornada completa: solo el 5,6%
A partir de la reforma laboral del PP, despedir a un trabajador temporal cuesta de 0 a 12 días, pero hacerlo con un indefinido se eleva a 20 o 33 días, según el despido sea o no procedente; este es un clarísimo incentivo para que los empresarios utilicen masivamente la contratación temporal.
La Seguridad Social tiene hoy un millón menos de cotizantes y un millón de pensionistas más, es decir, la relación cotizantes/pensionistas ha empeorado hasta situarse, con 2,3, en la ratio más baja desde 1999.
Las pensiones perderán 1,75 puntos de poder adquisitivo comparado con la previsión de inflación media para 2017 (2,0%).
Y esta realidad convive con esta otra:
Las tres personas más ricas de España (Amancio Ortega, su hija Sandra Ortega Mera y Juan Roig) acumulan la misma riqueza del 30% más pobre; es decir, 14,2 millones de personas suman entre todas la misma riqueza que las tres nombradas. Amancio Ortega, ingresará 813 millones de euros en concepto de dividendos correspondientes al año 2017.
El 10 % de los españoles más ricos concentraron, durante el período de la crisis, un 56,2% más de riqueza que el resto de la población.
La renta media en España cayó un 9% entre 2007 y 2014, pero la caída de la renta del 10% más pobre de la población fue de más del doble: un 21%.
En 2015 España llegó a un nivel en el que la remuneración del empresario con el salario más elevado multiplicaba por 96 la del trabajador promedio en las empresas del Ibex 35, y por 51 en el total de las empresas cotizadas.
Los salarios siguen 9 puntos por debajo de los niveles alcanzados en 2008. Mientras, los beneficios empresariales suben el triple que los salarios.
A esto es a lo que la señora ministra llama “recuperación y crecimiento”. Lo que calla es que se trata de recuperación y más crecimiento para muy pocos, los más ricos.
La señora ministra llama “esfuerzo de la sociedad” al esfuerzo de una parte: los más pobres a los que no les ha llegado la recuperación; mientras que los más ricos, tal como demuestran los datos, han aprovechado la crisis para hacerse aún más ricos.
La señora ministra se enorgullece de incrementar las pensiones un 0,25%. Debería sonrojarse porque lo que realmente ocurre es que los pensionistas perdemos 1,75 puntos de poder adquisitivo.
La señora ministra agradece a los pensionistas su comprensión y les promete que “la intensa creación de empleo” que está llevando a cabo su gobierno supone “una garantía de presente y de futuro” para el sistema de pensiones. No dice nada respecto al hecho de que ese empleo que dice que está creando el gobierno del PP es tan precario que, por una parte, ha creado la categoría de “trabajadores pobres” y, por otra, reduce las cotizaciones y, en consecuencia, la cuantía de las futuras pensiones.
La señora ministra tampoco dice nada sobre el hecho de que su gobierno haya utilizado la llamada “hucha de las pensiones” para asuntos distintos para la que fue creada hasta que la ha dejado prácticamente vacía.
Este es el “compromiso con el sistema público de pensiones” que demuestra la señora ministra. Pero la realidad es que actualmente hay, aproximadamente, el mismo número de trabajadores que en 2011 pero, como los salarios son mucho más bajos que entonces y muchos más los contratos a tiempo parcial, la recaudación por cotizaciones, lógicamente, también es mucho más baja. El problema de las pensiones no es que cada vez haya más gente mayor, el problema es la precarización del trabajo y de los salarios que, lógicamente, provoca, como digo, menor recaudación.
Así que, señora ministra de Empleo, por favor, no escriba más cartas a los pensionistas, no nos cuente más cuentos; además de un derroche de dinero que podría dedicar a cosas que realmente nos beneficiaran, demuestra el poco respeto que nos tiene ya que considera que somos tontos y nos vamos a creer todos los cuentos que nos quiera contar.
Como si la carta fuera a ocultar la realidad. ¿O es que la ministra de Empleo recurre a estas triquiñuelas porque ha perdido la fe en la virgen del Rocío?