Mentiras en la red

GETAFE/Educa… que algo queda (18/01/2018) – En este periodo de ligera vacación (digo ligera porque emocionalmente la Navidad es un trabajazo) me ha dado tiempo a leer un par de libros, aparentemente sin conexión, pero que se me han cruzado.

Uno abogaba por que hay que saber ocultar información y no tener a todo el mundo informado de nuestros pensamientos, sentimientos, creencias, etc. porque de lo contrario estamos haciendo “pornografía de nuestro interior”. Este libro que se llama curiosamente ‘La sociedad de la transparencia‘ al final me ha resultado un tanto peligrosillo porque apelando a las ideas de Nietzsche dejaba un poquito entrever la gran ventaja que es tener la información y ocultarla. Gran equívoco comprar libros por el título por muy de filosofía que sean. Realmente el libro es muy interesante pero hay que leerlo con mucho detenimiento.

El otro libro que he leído no tenía nada que ver, ‘La Ecología Emocional‘ y me interesó porque hablaba de un término que no había oído, la ‘Psicoecoemocionalidad‘, está bien porque hace una comparación entre la Ecología y las Emociones y va aplicando criterios de una a otra, entre otras cosas por ejemplo habla de la basura emocional, curioso, también hay que tirarla de vez en cuando porque si no, huele. Bueno el caso es que en uno de los apartados hacía referencia a un filósofo y a su discípulo, este último le tría el cuento de que habían hablado mal de él y el maestro antes de escucharlo le preguntó si ya había pasado la cosa por los tres filtros (uno de esos ejemplos dignos de Coello), el caso es que, para lo que me interesa hago spoiler, que ahora está de moda, venía a decir que si lo que le iba a contar no era verdad, ni era bueno para él y ni siquiera era necesario contarlo, pues que mejor se ahorrara el viaje.

Así dicho es como una simpleza más (y puede que lo sea), pero a mí me llamó la atención ahilar el rumor, que era de lo que hablaba el maestro, la transparencia y algo que está muy al día y que me sorprende que aceptemos con suma tranquilidad, incluso hasta tiene apellido inglés (News), que por supuesto ni me he entretenido en aprender. Se ha comentado últimamente bastante sobre las mentiras que se ponen en la red (por lo tramposo se me ocurre que podría llamarse mejor el trasmallo) y que funcionan perfectamente para crear verdad, eso si virtual, lo que es lo mismo que real, o quién se atreve a no creer en Internet.

Creo que no tenemos muy claro a dónde nos llevará todo este adelanto, ya me pilla un poco mayor, pero atención los que tenéis pequeños y pequeñas, cuidad que un cuento sea más potente que la ‘red’. La mentira en la red es al final una realidad virtual.

Buen día. Salud y suerte.

Redacción Getafe Capital

1 Comment

  1. Fermín

    18 enero, 2018 at 11:49

    Buen artículo, José, de un asunto de difícil tratamiento. Inevitablemente, me ha venido de inmediato a la cabeza este artículo que escribí el año pasado y que, lejos de perder vigencia, se va potenciando día a día (ya sé que citarse a sí mismo es un ejercicio de pedantería pero cuando viene a cuento, viene a cuento).
    http://untristetigre.blogspot.com.es/2017/02/posverdad-una-reflexion-entre-muchas.html