GETAFE/Rincón psicológico (17/01/2018) – La aparición de lenguaje constituye uno de los grandes hitos del desarrollo del niño. Aunque las primeras palabras suelen aparecer en torno a los 12 meses, el lenguaje está presente desde el nacimiento del niño a través de gorjeos o balbuceos. A los 6 meses, los bebés ya han aprendido los sonidos básicos de su lengua.
Al cumplir el año, el niño comienza a decir las primeras palabras con significado y seguir órdenes sencillas. Entre los 15 y los 18 meses su vocabulario se sitúa entre 5 y 15 palabras aproximadamente. A los 2 años pueden utilizar unas 50 palabras y comenzar a hacer frases de 2 palabras. A partir de este momento el vocabulario aumenta de forma extraordinaria, alcanzando, al final de este tercer año de vida, las 1.000 palabras. A partir de los 36 meses el niño ira aumentando progresivamente su vocabulario, formara frases cada vez más largas y las dificultades de pronunciación irán desapareciendo.
En algunos niños sin embargo este desarrollo no se lleva tal y como se espera y presentan algún tipo de retraso del lenguaje.
0-12 meses: el bebe no llora, no aparece la sonrisa social, no aparece el balbuceo, no responde a intercambios comunicativos.
12-18 meses: no balbucea, no señala, no usa gestos comunicativos, no responde a su nombre.
18-24 meses: no dice ninguna palabra, no sigue instrucciones simples, no reconoce partes de su cuerpo, prefiere usar gestos en vez de palabras, no señala para pedir.
2-3 años: no dice palabras simples, no asocia 2 palabras, no sigue instrucciones verbales, su juego es muy limitado. Puede aparecer frustración en situaciones que implican comunicación.
3-4 años: lenguaje poco o nada inteligible, dificultades para emitir frases de 2 o 3 elementos, en ocasiones parece no entender cuando le hablan, no es capaz de contar sus experiencias.
Tanto si el niño presenta un retraso del lenguaje (en este caso recomendamos consultar con un especialista) como sigue un patrón de desarrollo normal, el rol de los padres es muy importante. Por eso os proponemos algunas pautas que pueden ayudar a estimular el lenguaje de vuestro hijo:
Habla con tu hijo tanto como puedas, de forma clara y evitando un lenguaje demasiado infantilizado (por ejemplo: evitar palabras como guagua o tete….). Utiliza un vocabulario apropiado para su edad.
Realiza actividades que permitan estimular el lenguaje: cuentos, juego simbólico, dibujos, puzles, juegos de mesa…
Juega a imitar sonidos, al veo-veo o a adivinar objetos
Enséñale canciones, cuentos..
Evita las preguntas a las que deba responder si o no. Anímale a utilizar palabras o frases para contestar
Anímale a que te cuente sus experiencias
No le imites ni te rías de su forma de hablar ni de sus errores de pronunciación
Haz que se sienta seguro, que sienta que lo que cuenta es importante para ti
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