GETAFE/Grada Azulona (6/1/2018) – Derrota del Getafe en su estreno en el nuevo Wanda Metropolitano. Dejando a un lado un resultado más o menos esperado, la noticia, sin embargo, es otra.
Poco se puede comentar del partido, y eso que no arrancó del todo mal el Getafe. No me canso de repetirlo: la actitud con la que está afrontando el conjunto azulón los encuentros ante rivales «grandes» en esta temporada dista mucho de la forma en que lo hacían en la anterior etapa en Primera División. Sobre todo en los últimos años, el equipo daba la sensación de saber de antemano que iba a perder, y en efecto así acababa resultando. Ahora se compite, y los primeros minutos de la visita al Atlético de Madrid son buena muestra de ello. Hasta dos oportunidades relativamente claras tuvieron los del sur de Madrid para abrir el marcador, en las botas de Ángel y Amath, que no supieron definir ante Oblak. Poco después de esta última llegó el gol de Correa, aprovechando un error defensivo en la marca de Antunes. A partir de este momento el Getafe desapareció, y no volvió a hacer acto de presencia hasta los minutos finales, ya con todo resuelto.
Al igual que la primera mitad (que finalizó con una tangana protagonizada por Cala y Diego Costa), la segunda estuvo marcada por las faltas de uno y otro equipo, que trabaron enormemente el partido. En el 68′, aprovechando nuevamente el hueco existente en la banda izquierda azulona, Diego Costa hacía el segundo aprovechando un centro raso; el delantero brasileño veía la segunda cartulina amarilla y se iba a la calle al ir a celebrar el tanto con la afición rojiblanca. Solo cuatro minutos antes había movido ficha Bordalás, introduciendo en el terreno de juego a Gaku y a Álvaro y quitando a Sergio Mora y a Portillo. Lo dicho, no fue hasta los diez últimos minutos cuando volvió a aparecer el Geta, con alguna que otra llegada peligrosa pero sin conseguir finalizar las jugadas. Se marchó Ángel y entró Pacheco en el 74′ como único dato reseñable.
Bordalás repitió su alineación de los últimos encuentros, con Sergio Mora como sustituto del lesionado Markel Bergara, salvo en una posición. Justo en el comienzo de una vorágine de rumores que situaban al portero Vicente Guaita, uno de los mejores en esta temporada, en el fútbol inglés, el valenciano cedía sorprendentemente su puesto bajo palos a Emiliano Martínez. Distintas versiones intentaron explicar su suplencia, aunque desde el club parecen afirmar que se debió a un proceso gripal. Evidentemente, este acontecimiento no ha hecho más que avivar la llama, y desde distintos medios se afirma que su salida del club rumbo al Crystal Palace ya es una realidad. Deja, eso sí, una cantidad de dinero en las arcas del club muy considerable, sobre todo tratándose de un portero. En palabras de Ángel Torres, Guaita solo abandonaría el club si se abona su cláusula de rescisión, que asciende a ocho millones de euros. El guardameta habría rechazado así la oferta de renovación del Getafe, cuyo salario (1,5 millones) era la mitad del ofrecido por el Crystal Palace (3).
No son casos equiparables, ya que su salida vendría irremediablemente acompañada de la llegada de otro portero, pero esta situación me recuerda en parte a la de la temporada 2015/2016. Con el equipo en una posición relativamente cómoda a mitad de temporada (peor que la actual, todo hay que decirlo), las ventas de Lafita y Alexis en el mercado invernal fueron parte de la caída en picado del club, que acabó descendiendo a Segunda. Insisto, son apreciaciones puramente personales, y lo cierto es que las situaciones de una y otra temporada son bastante distintas, empezando por la actitud de los jugadores ante según qué rivales, como mencionaba anteriormente. Déjà vu’s que tiene uno y a los que mejor no dar importancia. Mejor ganar al Málaga en la próxima jornada para tranquilizar a la afición y dar por finalizada una cómoda y sorprendente primera vuelta.