Durante siglos la humanidad ha creado maneras de evitar el sufrimiento a través de la ciencia, sin embargo, el arte es considerado como una de las maneras más precisadas de evadir el dolor. Asimismo, es considerado como una manera de plasmar una época determinada a través de la provocación de la sensibilidad humana.
En la actualidad, conseguir una pintura resulta ser sumamente fácil, ya que todo el tiempo se generan diferentes clases de subastas de arte. Ciertamente, en Goya Subastas se accede a una gran variedad de productos y a un buen precio, para gozar en la comodidad del hogar de una pintura de excelencia.
Justamente, citando al padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, se puede aseverar que “la ciencia, el arte y la religión son las máximas creaciones del hombre, y por otro lado, afirma que se pueden representar o sustituir mutuamente en cuanto al valor para la vida”. De este modo, se puede observar cómo el arte es una manera de evitar el displacer o simplemente disminuir el sufrimiento que supone estar vivo.
Precisamente, el ser humano nunca puede llegar a ser feliz porque es un sistema abierto, el cual siempre está desando, por lo tanto, en cuanto alcanza cualquier objetivo que ha deseado durante años, de inmediato sentirá una sensación de vacío que deberá llenar con algo más.
A diferencia del resto del reino animal, el cual pertenece a un circuito cerrado, el humano a través de su cultura no ha hecho más que generar malestar en su existencia. Justamente, la obra de Freud Malestar en la Cultura habla acerca de cómo la cultura ha venido a imponer cierto malestar en el hombre, quien tiene que sublimar sus deseos en pos del bien común. De este modo, a través de la cultura a logrado moldear o bien manejar sus pulsiones, para poder satisfacerlas a posteriori.
Sigmund Freud nombra entre sus fuentes de satisfacción las sustancias embriagadoras, pero las mismas no pueden ser consumidas de manera cotidiana porque resultan desgastantes para el organismo. Con lo cual no serían una salida sino más bien un problema, se convertiría entonces en una fuente de displacer.
Resulta ser sumamente reconocido que el arte provoca placer en la humanidad. Justamente, durante siglos se ha pintado lo sucedido en las diferentes épocas de la vida, para que sean un fiel reflejo de lo acontecido como así también para provocar toda clase de sensaciones a la vista.
Justamente, contemplar una obra de arte supone una sensación en quien la contempla, por lo tanto, representa un medio de distracción sumamente significativo para evadir la realidad al menos por unos segundos. Por lo tanto, resulta ser una vía de escape para los problemas que invaden el pensamiento de las personas de manera constante durante sus vidas cotidianas.
Precisamente, luego de apreciar una muestra de arte, la persona se siente diferente y a gusto con el momento que ha vivido, ya que por lo general se ha generado una situación de placer durante la contemplación de la misma.