GETAFE/Rincón psicológico (22/11/2017) – Estos últimos días en consulta algunos de mis pacientes acusaban un miedo enmascarado a poder caer en una ‘depresión’, muchos familiares en estos meses de cambios estacionales, especialmente con la llegada del otoño, mostraban síntomas de letargo, sensación de cansancio, fatiga, dolores musculares, dificultades en el dormir, e irascibilidad.
Aunque sí podemos relacionarlo con lo que a priori podríamos definir como síntomas de un posible cuadro depresivo es importante hacer una buena diferenciación con lo que también conocemos como distimia, hermana menor de la depresión y que se manifiesta en épocas muy determinadas del año y ante un alto grado de episodios de elevación de estrés.
Parece que el concepto de ‘depresión’ viene ligado de la mano de túnel oscuro, horas en cama, malhumor, desasosiego, y un largo tiempo sin querer salir de casa reduciendo la red social de una forma considerable y produciéndose un aislamiento.
Con la llegada del otoño no solo se producen cambios de biorritmos estacionales. Las horas de sol se ven reducidas y a esto acompaña el cambio de hora donde los días son más cortos. Unido a la caída de las temperaturas nuestro cuerpo se resiente y los dolores con el cambio estacional repentino se presentan de forma más manifiesta.
Estamos ante un verdadero cambio climatológico que no nos está siendo favorable, hasta ahora las estaciones estaban siendo controladas, tenían su propio nombre y existían, ahora muchos de nosotros habremos oído hablar del ‘veroño’ esa época del año aparecida hace apenas un tiempo en la que uno no sabe si es verano y el cuerpo nos pide sumergirnos en una piscina o es otoño y anhelamos estar junto a la chimenea.
Todo estos acontecimientos están siendo habitados en nuestros cuerpos y nos ‘grita‘.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro organismo a integrar y aceptar estos cambios?
Y para ya terminar CREE EN TI. Repítete este mantra día tras día de la forma que quieras, en el lugar que desees, elígelo para TI.
Recordarnos que EXISTIMOS nos hace creer que si podemos, que sí vivimos, que sí habitamos, aquí en este lugar llamado tierra y aquí en este lugar llamado YO.
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