GETAFE/Educa… que algo queda (30/11/2017) – Este artículo será muy corto, a veces me extiendo porque necesito explicarme y otras veces, como esta, la cuestión se explica sola. Es un suponer, cualquier parecido con la realidad, será porque usted quiera verlo, donde ocurre esto es anecdótico y cada uno puede elegirlo.
Un niño bueno, en el buen sentido de la palabra, como decía don Manuel, buen estudiante, amable, deportista, cariñoso, algo tímido pero resuelto en las relaciones sociales, con mala suerte en su primer contacto con la escuela, viniendo de un entorno “educativo” y no solo pedagógico en la Escuela Infantil, inicia su andadura “formativa” siendo amonestado por levantarse de la silla sabiendo que es un poco “nervioso”, aun así la familia y él mismo van solucionando los tropiezos con “no pasa nada hijo, así es la vida, unas veces mejor y otras peor, hay que hacerse fuerte”.
En su centro educativo se va defendiendo bastante bien, incluso es meritorio, practica deporte de alto rendimiento y muy bien, con lo que eso supone de ocupación de tiempo.
Llega el momento del paso al instituto, ¿dónde ir? Me recomiendan que el instituto bilingüe nuevo va muy bien porque además el niño va bien en inglés. Vale, lo metemos en el grupo donde casi todo se da en inglés, el grupo de sección, y además lo apuntamos a francés (“como el niño puede…”), pero mira por donde empieza la cosa a no ir tan bien, el niño se inseguriza, empieza a tener dolores de tripa, trae notas que antes no traía, lo castigan por “chorradas”, le ponen mala nota “injustamente” (en inglés), él insistió en aclarar que no era lo que parecía y no le hicieron caso. En fin, ya le han dicho que suspenderá inglés, ese que tan bien se le daba (y a mí me da igual, porque lo que yo quiero es que sea feliz), además aprueba otras asignaturas más difíciles que tienen como base el saber inglés… me descoloca.
Hoy se ha levantado con la tripilla suelta, no quiere ir al instituto y yo tengo reunión de tutoría… estoy confuso. ¿Esto solo me pasa a mí?
Vaya día, hasta lo más duro lo tuerce la infelicidad.
Buen día. Salud y suerte.
María
2 diciembre, 2017 at 0:40
Muchas gracias, José por tus artículos y los talleres que impartes en colegios e institutos.
En este mes he tenido la suerte de poder asistir a uno y como dice una colega tuya » eres un gran formador» Gracias por ayudarnos a intentar educar.