GETAFE/Fotonoticia (23/11/2017) – «Mira, un edificio abandonado. ¿Por qué no hacemos un agujero y nos metemos dentro?«. Dicho y hecho (habría que verles con las mazas destrozando el hormigón). La plaza de toros, cerrada desde hace año y medio por los problemas estructurales que arrastraba, se ha convertido en un lugar de ‘reunión clandestina’. Como recoge el PP, durante los fines de semana se ven muchas personas en el entorno de este espacio. Los agujeros que permitían el acceso han sido clausurados y cerrados con cemento. Pero es un espacio sin vigilancia, que se va deteriorando. ¿El objetivo último es justificar su derribo?