OPINIÓN/La piedra de Sísifo (03/10/2017) – Esta semana pasada hemos conocido la convocatoria, al fin, de la asamblea local del PP de Getafe. Probablemente, la demora de su convocatoria sea atribuible a motivos externos, cuestiones de agenda y caprichos del calendario y no, como sospechan algunos malpensados, a un intento baldío y desesperado por “estirar al máximo el chicle” buscando otras salidas a la actual dirección de un partido que cuenta con el dudoso honor de tener imputados, perdón, investigados, a seis de sus nueve concejales por diferentes causas.
Su todavía presidente, el exalcalde Juan Soler, se apresuró a agradecer, vía Twitter, a Cristina Cifuentes el anuncio de la convocatoria de la asamblea local (se ha confirmado que será el 18 de noviembre). Es más, no solo se lo ha agradecido sino que ha amenazado con volver a presentarse ¡y con todo su equipo! Afirmando que son “una candidatura ganadora para el bien de Getafe”. Y no se ha ruborizado ni nada.
Se da la circunstancia de que, la condición de aforado del ubicuo Soler que, además de concejal de Getafe es diputado en la Asamblea de Madrid y senador por representación autonómica, dificulta una hipotética investigación que le afecte, ya que debe llevarla a cabo el Tribunal Supremo, órgano reconocido internacionalmente por la celeridad de sus actuaciones y con una nutrida lista de espera de asuntos de los que entender. En cualquier caso, he debido tener mucha puntería porque, de todos los militantes del PP local con los que he hablado, la mitad está hasta las narices de Soler y la otra mitad, sin embargo, lo propone con entusiasmo como primer tripulante español de un viaje espacial a Marte; además, las opiniones sobre su equipo, son irreproducibles en público so riesgo cierto de querella.
No debió ser cosa de la puntería sino de algo cercano a la unanimidad, cuando ayer mismo, lunes 2 de octubre, Soler retiró su candidatura presionado por Génova (las dos, la sede nacional del PP y la ciudad italiana) cediéndole los trastos a su enésimo hombre de confianza desde que aterrizó en Getafe bajo el dedo decisorio de la siempre certera, Esperanza Aguirre: me refiero a Rubén Maireles que piensan que, al no haber sido concejal en el anterior mandato, no está salpicado por la inmundicia que emponzoña a sus compañeros. Deberían, quizá, leer el sumario el Caso Teatro, del juzgado nº 4 de Getafe, donde se afirma que, el entonces consejero adjunto de Empleo, Informática y Nuevas Tecnologías, estaba al tanto de todo y participó activamente en el intercambio de correos electrónicos sobre este asunto. En fin…
Volviendo al cogollo del artículo y en cuanto al número y razón de contendientes a la deseada asamblea local, de momento disponemos de la certeza de dos: el referido Maireles, tañedor de laúd en la afamada tuna de Juan Soler y la plataforma Recuperar el PP para Recuperar Getafe, con caras muy conocidas de la época pre-Soler y ganas de poner el contador de infamias a cero para que sus conmilitones puedan pedir abiertamente el voto sin que les pongan la cara colorada. Hubo por ahí, dicen, una tercera vía lejos de las huestes de Palencia y el mariachi de Soler, que caminaba de la mano de un medio de comunicación local (lo de medio es un eufemismo, todo lo más un cuarto) y que, lejos de ser un outsider, era un nombre y cara muy conocidos en nuestra ciudad. Parece que su interés se ha ido desinflando, para gran disgusto de quien pensaba hacer negocios a su sombra y, a hoy mismo, sería una gran sorpresa que se decidiera por fin a dar ese paso.
La portavoz de la plataforma Recuperar el PP para Recuperar Getafe, la exconcejala Olga Camacho, ha manifestado su satisfacción por la renuncia de Soler abriendo la puerta a una candidatura unitaria que, si bien quedaría muy pintona a los ojos de los militantes, cerraría en falso la herida abierta de facciones irreconciliables que supuran auténtico odio en el seno del Partido Popular de Getafe.
Para finalizar, un aviso de servicio público: si algún día, paseando por la calle Jardines, contempla una enorme polvareda saliendo de unas ventanas, no se alarme; son los chicos del PP que están adecentando las urnas. Un militante, un voto, proclaman…