GETAFE/Rincón psicológico (26/07/2017) – Son muchos los profesionales de la salud que en estos últimos años nos recuerdan la importancia del dormir bien.
- Pero, ¿en qué consiste realmente el dormir bien?
- ¿Son necesarias las 8h de las que nos hablan?
- ¿Qué nos sucede a la sociedad de ahora que nos encontramos con tantas dificultades a la hora de dormir?
- ¿ Soy de la que duerme esas 8h y me despierto cansado?
Muchos son los factores con los que nos encontramos y no todos son biológicos. Nos encontramos con un alto porcentaje de pacientes cuyos problemas de sueño vienen afectados por una intensa carga emocional que les repercute significativamente en la calidad del sueño.
Los hábitos a la hora del dormir también juegan un papel importante.
La razón por la que la mayoría de los profesionales de la salud estamos de acuerdo con la importancia de una buena calidad del sueño, y no sólo cantidad, es porque durante el sueño nuestra neuronas se regeneran.
A lo largo del día nuestro cerebro ha estado sometido a una gran intensidad de estímulos de variadas formas, colores, que sin ese descanso nocturno seguirían funcionando activamente produciéndose un gran desgaste de energía.
Durante el sueño el cerebro descansa y esos estímulos se canalizan a través de los sueños. Es por ello por lo que diariamente soñamos aunque no recordemos el sueño tan nítidamente.
Cada persona según su biología y ritmo necesita para esa regeneración celular de la que hablamos unas determinadas horas de sueño. Unas personas necesitan 5, otras 6 y otras 8h . Sabremos cuál es nuestra cantidad adecuada en función de cómo nos despertemos. Y en este punto es muy importante la calidad del sueño.
Si cuando nos despertemos percibimos el descanso íntegro, nuestro cuerpo fluye con nosotros y nuestras tensiones musculares son mínimas sabremos las horas de sueño han sido suficientes.
A medida que vamos avanzando en edad las horas del sueño son diferentes. Los niños necesitan continuidad en sus horas de sueño y una persona mayor irá durmiendo a lo largo del día en periodos pequeños de tiempo. Si hiciéramos un cómputo general de ambas edades se asemejarían en cantidad de horas pero su espacio está repartido a lo largo del día ajustándose a las necesidades de ese cuerpo biológico.
Os dejamos algunos CONSEJOS que os serán útiles a la hora del dormir:
Recuérdate en el despertar también regalarte nuevamente unos 20 minutos para ti de silencio y permitir que tu cuerpo físico se vaya despertando contigo.
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