Remunicipalizar

GETAFE/Palabra de concejal (19/06/2017) – Aquellos lectores y/o lectoras que sigan esta columna de opinión ya sabrán de las dificultades a las que me enfrento cada vez que llega  la hora de redactar el artículo de opinión que me tiene asignado este medio.

Sabrán de mis complicaciones a la hora de resumir, de poner título e incluso de elegir el tema a desarrollar. En ocasiones, por aquello tan repetido de que la actualidad manda, la elección de la temática me resulta especialmente compleja. Podría decir que esta semana es para mí especialmente difícil debido a la cantidad de titulares que mi concejalía ha ocupado en prensa. 

Decidir si debía dedicar la columna a desmentir o aclarar informaciones, elegir en cuál de ellas centrarme o  pasar y hablar de aquello que yo considero importante en estos momentos, ha sido el mayor de mis problemas –y el título, siempre el título-.

Por inmediatez, aunque me gustaría hablar de educación, voy a explicar mi postura sobre las declaraciones aparecidas en relación a la privatización de instalaciones deportivas municipales. En realidad no debería tocar hablar de ello, pues a pesar de que haya quien pretenda resumir la situación en la intención de este concejal de continuar privatizando las instalaciones municipales, debo decir que este asunto está aún en distintos foros con el fin de debatir y recoger aportaciones.

Son diversos los actores que están participando en este proceso: comité de empresa, sindicatos comarcales, mesa por la remunicipalización y grupos municipales. De todos ellos, esperamos aportaciones que nos permitan consensuar y mejorar la situación con la vista puesta en velar por la protección de los derechos e intereses de los trabajadores y trabajadoras.

Lamentablemente, otra vez nos topamos con la política del “yo no me mojo” ejercida por el grupo municipal de Ahora Getafe. Su postura de “no vamos a aportar nada porque nuestro objetivo es únicamente la remunicipalización”, no resuelve la situación de los más de cien trabajadores que estarían afectados, ni cómo se podría llevar a cabo su integración en el ámbito de la Administración.

A mí no me tiene que convencer nadie de las ventajas de la gestión pública en términos de calidad, eficacia y costes pero tampoco quiero engañarme ni engañar a nadie en cuanto a las dificultades y desafíos que plantea la remunicipalización de los servicios en el orden laboral y presupuestario.

Es engañarse, plantear, como hace ese grupo municipal, la reversión de los servicios externalizados en los mismos términos en que se gestó la externalización. No debe ser tan sencillo o el grupo de Ahora Getafe nos habría puesto múltiples ejemplos de las reversiones llevadas a cabo por los llamados ayuntamientos del cambio.

Por continuar con el tema laboral y no desviarme hacia la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Corporaciones Locales, o hacia las tasas de reposición,  señalar que  la cuestión de la  aplicación del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores dista mucho de estar resuelta, de ahí la importancia de la implicación de los representantes de los trabajadores en este proceso.

“…. un trabajador de una contrata con 15 años de antigüedad, fijo, amparado por el derecho de subrogación -bien por Convenio o porque figura en el pliego de condiciones que dio origen a la contrata- al pasar al Ayuntamiento ve modificado su contrato, pasando a ser indefinido no fijo o interino; y solo puede garantizar su puesto de trabajo superando una oposición convocada al efecto. En caso contrario, pasará a engrosar las listas del desempleo.”

(Antonio Navarro Escudero, Scrio. De Estudios CCOO Castilla la Mancha.)

Por lo tanto, a la par que se estudia el proceso de remunicipalización, y mientras esperamos  una reforma legislativa que facilite la reversión de los servicios públicos a la Administración, mi pretensión es trabajar en la inclusión de cláusulas sociales en el pliego de condiciones, de tal manera que podamos incidir en la creación de empleo y en la calidad de éste.

Redacción Getafe Capital