GETAFE/Publirreportaje (21/06/2017) – A todos nos gusta inmortalizar con instantáneas esas ocasiones especiales. Con el masificado uso de las redes sociales y la tecnología que nos envuelve, ahora es mucho más fácil mostrar al mundo qué estamos haciendo, qué estamos celebrando y, sobre todo, cómo lo estamos haciendo. Y para muestra de ello solo hay que darse un paseo por cualquiera de estos dos gigantes de internet: Twitter e Instagram.
Fotos en la playa, un plano cercano a esa cerveza que tanto te gusta, o incluso una toma de ese momento tan especial que jamás se repetirá. Cualquier pretexto es bueno para sacar el móvil o la cámara e inmortalizar un instante para compartirlo con todo el mundo gracias a la red de redes; y cada vez nos estamos haciendo más y más especialistas en saber sacar el máximo partido a lo que hacemos con una puesta en escena digna de la más glamurosa de las alfombras rojas.
No nos referimos solo a saber posar delante del objetivo o conocer bien el perfil bueno para lucir bien en las fotos. Hay una gran cantidad de materiales que sirven para complementar el escenario, y rematar esa fotografía que tan bien quieres que salga.
Uno de los más usados en la actualidad es el photocall. Esta pieza seguramente os sonará de ruedas de prensa o de estrenos de cine. Su origen viene de la publicidad, como solución para hacer que una marca, o varias, tuvieran presencia en eventos de todo tipo y en todo el material gráfico relacionado con ellos. Sin embargo, su uso se está popularizando en otra clase de eventos.
Es un formato muy famoso gracias a su utilidad y su portabilidad. Suele ser grande, pero con una estructura ligera hecha de aluminio sobre la que se extiende la gráfica, que puede hacer de expositor de marcas o de decorado para tus fotos; y es por este último punto por lo que se ha convertido en el invitado estrella de muchas fiestas.
A diferencia del Roll-up, expositor autoenrollable totalmente orientado a la publicidad, es posible encontrarlo en más de una celebración gracias a ese amigo perfeccionista incapaz de concebir una fiesta sin fotos glamurosas.
Por eso mismo, hay lugares especializados en ofrecer todo tipo de versiones adaptadas a situaciones infinitamente menos comerciales que todo esto de la publicidad para empresas o marcas. Sin ir más lejos, una de las tendencias más recientes es la del photocall boda. Probablemente, si vas a alguna boda te encuentres un rincón dedicado a este decorado, diseñado para la ocasión con el nombre de la pareja o cualquier otra cosa que a los organizadores se les haya ocurrido, para que el evento deje su impronta más todavía en las miles y miles de selfies que se hagan en él.
Pero lo de celebrar un matrimonio no es lo único en lo que podemos toparnos con estos expositores publicitarios. Cumplir primaveras también es algo que todos celebramos año sí y año también (y menos mal), y para estas ocasiones también han nacido los photocall cumpleaños. Otra pieza pensada para que los amantes del flash y de las redes sociales enseñen bien quién ha cumplido años y cuántos han sido esta vez; aunque eso último ya depende de si el cumpleañero o la cumpleañera es de los que prefieren quitarse edad o no.
Como otras tantas cosas que comenzaron siendo algo destinado a las grandes empresas, estas piezas publicitarias se han convertido en algo que forma parte de nuestro día a día o, en este caso, de nuestro ocio. A todo el mundo le gusta compartir sus buenos momentos con los demás, más aún cuando se trata de algo tan especial y bonito como los casos que acabamos de comentar.
Aún así, su función original sigue estando presente en la actualidad. A día de hoy es inconcebible una rueda de prensa que no tenga detrás un photocall con los logotipos de los principales patrocinadores, o hasta una discoteca que tenga uno de estos con su nombre para colarse en las fotos de los que se divierten en ella.
Realmente, la idea con la que nació sigue presente aun cuando se usa con fines no comerciales. Está para dejar claro el contexto en el que se hacen esas instantáneas. Ya sea por la boda de Paco y Luisa, o por el cumpleaños de tu gran amigo Carlos; si compartes con el mundo esa toma en la que aparece detrás este gran cartel, todos sabrán el motivo por el que estabas de celebración. Al final, es otra forma de hacer publicidad
Irama
22 junio, 2017 at 9:20
Un artículo muy interesante, justo lo que estabamos buscando y ya nos hemos hecho con nuestro photocall de boda! Gracias Dixplay y a Getafe Capital por la ayuda 😉