GETAFE/El rincón del lector (21/04/2017) – Difícilmente puede desencantarse alguien que nunca ha estado encantado. Así que, observando, desde mi pesimismo endógeno, lo que pasa a nuestro alrededor, lo que se dice y lo que no se dice, lo que se hace y lo que no se hace, solo me queda entristecerme por ver cumplidos mis presagios.
Y es que, solo un mes después de iniciada la actual legislatura, constaté que Ahora Getafe parecía enfocar su acción de oposición en mostrarse en contra de lo que el Gobierno municipal dijera, propusiera o hiciera, fuera lo que fuera, aunque beneficiara a la gente, en lugar de preocuparse por cumplir su programa en la medida en que pudiera o en hacer propuestas constructivas.
Cabía pensar entonces que aquello era el comienzo de una experiencia totalmente nueva para ellos, que había que darles un margen temporal para que fueran entendiendo cuál era su papel. Pero, prácticamente cubierta la mitad de la legislatura, la señal que envía Ahora Getafe a los observadores es de empecinamiento, de contumacia, de persistencia en una actitud destructiva que no beneficia a la ciudadanía.
En una versión particular de aquello de “yo me quedo tuerto, pero a ti te dejo ciego”, AG no duda en cavar su propia tumba en su intento de acabar con el PSOE. En los últimos días se han dado algunos ejemplos de su “acción opositora” que vienen, en mi opinión, a confirmar lo que digo.
Uno. En diciembre de 2015 AG vota a favor de la aprobación inicial del presupuesto municipal; en marzo de 2016 el gobierno municipal ha de renunciar a presentarlo a aprobación definitiva porque AG anuncia que votará en contra, igual que el PP. Quizá sea debido a mi propia torpeza, pero no he conseguido encontrar una nota de prensa o unas declaraciones de algún responsable de AG que explicaran esa posición o que respondieran al equipo de Gobierno que dice que no han querido sentarse a negociar… Respetuosamente, este vecino pide que se nos explique a todos la razón, que ha de ser de muchísimo peso, por la que la ciudad de Getafe ha de someterse a carecer de presupuesto para este año y, consecuentemente, ha de funcionar en precario con un presupuesto prorrogado que, además de las dificultades administrativas que ello supone, priva a Getafe de 4.000.000 de euros más.
Dos. En octubre de 2016 AG votó a favor de la aprobación inicial del Reglamento de Participación; en el Pleno del día 5 de este mes de abril AG, acompañando también al PP, vota negativamente impidiendo su aprobación. Esta vez sí lo han explicado: Vanessa Lillo justificó en el Pleno su negativa porque algunas de las alegaciones que presentaron no fueron aceptadas. Ahora soy yo quien, humildemente, les quiero explicar lo que ya deberían haber aprendido: no están gobernando, los votos de los ciudadanos les colocaron en la oposición, por lo tanto no pueden pretender que se les acepte absolutamente todo lo que propongan… Es casi sonrojante tener que escribir estas cosas y sería un divertimento si no estuviéramos hablando de cosas muy serias: estamos hablando de lo que más conviene a todos los ciudadanos, no de los intereses políticos de unos concejales.
Tres. Con tiempo más que suficiente se había convocado a todos los grupos municipales a una reunión en la que se debería negociar el Reglamento del Pleno. En el día, hora y lugar de la cita se encontraron todos los grupos municipales… menos AG. Hemos de pensar que este grupo municipal no considera importante el tema y, consecuentemente, no le parece necesario acudir a las reuniones en que se va a hablar de ello; tampoco cree que haga falta respetar a los demás concejales avisándoles de que no va a acudir y explicándoles por qué.
AG no cree necesario implicarse a fondo en la elaboración del presupuesto municipal; no considera que deba posicionarse de forma constructiva en la decisión más importante que los grupos municipales han de tomar en todo el año; no piensa que hacer propuestas para mejorar la del gobierno municipal según su criterio en un asunto que tanto importa a los getafenses, forme parte de su obligación como oposición. Este grupo parece convencido de que, en lugar de tener un presupuesto que mejora (poco o mucho) el anterior, conviene más a la ciudad no tenerlo.
AG ha hecho bandera de su interés por la participación como herramienta al servicio de la gente y así consta en su programa. Lógicamente, de haber ganado las pasadas elecciones, habría hecho lo necesario para que en Getafe la participación se organizara de acuerdo a su concepto sobre la misma. Lo que es absurdo e incomprensible es que pretenda hacer eso desde la oposición y, dado que no le es posible imponer todas sus propuestas, que le aceptan algunas pero no todas, prefiere que nos quedemos sin Reglamento de Participación. Esto, a mí, me recuerda lo del perro del hortelano.
En cuanto al Reglamento del Pleno… Después de escuchar tantas veces, desde la bancada de AG, las quejas sobre las carencias y los problemas que se derivan de la ausencia de un reglamento tal como a ellos les gustaría, no se puede comprender su desinterés por actualizarlo, mejorarlo, acercarlo a lo que ellos consideran que debería ser.
Volviendo al principio. No han aprendido nada, no han entendido su papel, el que deberían jugar desde el lugar en que los votos les pusieron. Estoy convencido de que la ilusión con que les votaron los que lo hicieron ha desaparecido en gran medida. Porque AG no pretende (al menos eso parece) contribuir a la construcción de una ciudad mejor sino impedir que nadie construya nada.
El resultado de este “trabajo de oposición” es que Getafe se ha quedado sin Presupuesto, sin Reglamento de Participación y sin Reglamento de Plenos porque parece que el grupo de AG está más ocupado en su pelea interna, en qué grupúsculo tiene más poder, quién se sitúa mejor para dominar al resto… Eso es vieja política, eso no le interesa a la gente.