GETAFE/El rincón del lector (07/04/2017) – La pretensión de esta carta es aclarar aspectos que hoy no comparto con el actual comité de garantías de Ahora Getafe, poner en conocimiento públicamente algunos hechos que como miembro del comité de primarias compartí y viví.
El comité de primarias y garantías de Ahora Getafe (2015) estaba formado por Marisa Muñoz (ADA), Nieves Rojo (Podemos), Rosa Ureña (Podemos), Alfredo del Barrio (Podemos), José Ruiz (Podemos), Jesús Béjar (POSI), Rubén García (desconozco afiliación), Antonio Elvira (desconozco afiliación), José Luis Fernández (IU) y Juan Antonio (Podemos). Como se puede apreciar, un nutrido grupo compuesto por personas, la mayoría con muchos tiros pegados en política y con una sólida formación intelectual universitaria, que no fuimos capaces de detectar ninguna irregularidad o anomalía (si es que las hubo) en la proclamación de la lista definitiva de candidatos a las municipales de Getafe dentro del plazo establecido por el reglamento de primarias de Ahora Getafe. Creo recordar que hubo una reclamación por parte de un candidato, Roberto Carlos, que se presentaba para alcalde y la reclamación se desestimó por unanimidad de la comisión por falta de pruebas convincentes.
Por otro lado, desde los propios comisionados, sí hubo quien planteó dudas éticas razonables sobre tres componentes del comité de primarias de Ahora Getafe:
Como no hubo ninguna interpelación por parte de nadie y solo fueron comentarios entre bastidores y , creyendo firmemente que todos actuamos con absoluta honradez, se zanjó el asunto. Lo que no evitó ciertas discrepancias en el seno de la comisión de primarias y garantías en la composición de la lista definitiva de candidatos y en los requisitos exigidos, hasta el punto que Marisa Muñoz dimitió por defender posiciones minoritarias muy partidistas. Luego ocurrió lo que ocurrió: la espantada de la mitad de los candidatos que se presentaron a las primarias al no posicionarse en la lista definitiva en buenas posiciones para ser elegidos concejales. Lo que resulta paradójico y, a la vez extraño, es que sin haberse producido ninguna denuncia sobre engaño, manipulación o coacción en tiempo y forma al comité de primarias en el año 2015 por parte de los que votaron se venga ahora a «montar un pollo» de consecuencias imprevisibles para la credibilidad y honorabilidad de los concejales de Ahora Getafe, ya que el comité de garantías actual ha puesto a todos los concejales bajo sospecha.
Votar a los candidatos en primarias por medio de ordenadores particulares, o bien influir en las organizaciones políticas, en familiares, en amigos o conocidos fue un hecho muy extendido, ya que el sistema de votación lo permitía. Y que algunos de los candidatos lo hiciesen con más profusión y astucia, utilizando una o varias personas para este fin, no invalida el voto. ya que las claves para tener derecho a votar se hicieron con su total beneplácito. Y como es obvio, votaron en primer lugar a sus colegas de partido, familiares, compatriotas o conocidos. ¿Quién no hizo lo propio? ¿Dónde está la estafa o el fraude?
Se dice que el voto delegado estaba prohibido y que ese fue muy posiblemente el porqué de que aparezca una persona o varias personas votando 50 o más veces desde el mismo ordenador. ¿Quién puede demostrar que fue un voto delegado? En todo caso, ¿se alteró la voluntad del votante inscrito? ¿Se engañó a alguien? ¿Se coaccionó a alguna persona? Si no fue así, ¿a qué viene ahora, después de dos años, dicho interés por el comité de garantías de Ahora Getafe en reabrir una investigación de este calado? ¿De dónde ha partido el mandato de hacerlo? ¿Quién ha dado la orden y con qué fin?
Afirmo con rotundidad: jurídicamente no tiene ningún recorrido, pero es que éticamente tampoco. Además, se lesionan derechos individuales fundamentales y, por si fuese poco, se vulnera la Ley de Protección de Datos de los propios investigados. Luego, si organizaciones políticas más hábiles que conformaban Ahora Getafe, incluso personas pertenecientes a esas formaciones políticas a título individual, con más influencia dentro de los inscritos con derecho a voto, trabajaron más y mejor en posicionarse en las listas de candidatos, a nadie le puede escandalizar. Si hay que culpar a alguien, culpemos al método elegido para votar. Y no busquemos culpables dentro de nosotros mismos. eso es un auténtico desatino.
Que los resultados finales no gustaron, cierto como la vida misma. Algunas organizaciones políticas, sin apenas incidencia en la sociedad civil, se llevaron buena parte de la tarta. Sobre este tema ya me he pronunciado en varias ocasiones. Lo que demuestra una vez más a lo largo de la historia es que las plataformas electorales son muy complejas de coordinar y menos aún de desarrollar tareas unitarias, fraternales, coherentes y eficaces. Y más, cuando por medio no ha habido un trabajo previo, un programa comúnmente elaborado y compartido. Pero eso es harina de otro costal, que tendremos muy en cuenta en próximas elecciones. Dicho lo anterior, eso no es óbice para que candidatos de esas formaciones políticas minoritarias que alcanzaron puesto de relevancia en la votación final para concejales, buena parte se deba a su propia valía y talla humana.
Demasiados interrogantes para no estar ‘mosqueados’ con el actual comité de garantías de Ahora Getafe.