GETAFE/Palabra de concejal (27/03/2017) – En apenas unos días Antonio Soubrie y yo, los dos concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Getafe, afrontamos un nuevo Pleno con la responsabilidad y el compromiso con que lo venimos haciendo desde que formamos parte de esta Corporación Municipal.
Hace casi ya dos años que asistí a mi primer Pleno, y siempre he pensado que este acto solemne es muy importante, pues es bueno que los concejales, todos los meses, expongamos públicamente, con luz y taquígrafos, o mejor dicho hoy en día, con cámaras y en directo, nuestras ideas y posicionamientos respecto a los diferentes temas que son tratados en la sesión, para que los vecinos puedan escucharnos y comparar, e incluso recordarnos alguna vez nuestros compromisos adquiridos en el Pleno si es necesario.
Son días de mucho trabajo, especialmente para un grupo municipal pequeño como el nuestro, pero siempre los acometemos con la máxima motivación.
Sin embargo, me temo que, como viene sucediendo habitualmente, cuando finalice el Pleno mi sensación volverá a ser de cierta decepción. No ya tanto por que se cumplan más o menos mis expectativas, pues al fin y al cabo este es mi trabajo y tengo que aceptar las circunstancias en que se desarrolla, sino por la imagen que trasladamos a nuestros vecinos.
En las sesiones plenarias se manifiestan, tal vez más que en ninguna otra ocasión, los vicios de la vieja política que nos empujaron a personas como yo a entrar en este mundo para intentar cambiar las cosas. Los colmillos retorcidos, los ataques personales, la pérdida de tiempo para todos en enfrentamientos, interrupciones a voces y postureos para la galería ante los que los medios de comunicación y los vecinos nos muestran su decepción después de cada Pleno.
Aunque sean solo unos pocos quienes quieren llevar las sesiones plenarias al fango, lo hacen tan bien por su experiencia, que son capaces de generar un ambiente al que es difícil escapar o ignorar y en ocasiones es imposible no responder ante los ataques personales o las mentiras malintencionadas.
A cambiar esto es a lo que nos referimos cuando desde mi partido, Ciudadanos, hablamos de Política Útil y de nueva política. Me gustaría ser capaz de trasmitir desde estas breves lineas la satisfacción que para una persona como yo significa ser concejal en mi ciudad, en Getafe, y pensar que cada día con mi esfuerzo y el de mi grupo municipal estamos aportando algo al bienestar de mis vecinos desde la Política Útil. Porque lo que se escenifica en un Pleno es solo una pequeña parte del trabajo diario de un concejal, que tiene muchos momentos muy satisfactorios. Sobre todo, estar con los vecinos y escuchar sus problemas y aspiraciones, pero también la multitud de consejos, mesas de trabajo, comisiones o negociaciones importantes como la que estamos intentando en estos momentos para sacar adelante unos presupuestos que creemos buenos para Getafe.
Me gustaría transmitir, para finalizar estas líneas, un mensaje positivo y un compromiso. El mensaje positivo es que las cosas, aunque con muchas piedras en el camino colocadas estratégicamente por los colmillos retorcidos a los que me he referido anteriormente, van cambiando poco a poco. Los corruptos, a la fuerza y con la colaboración de políticos honestos que hay en todos los partidos, van desapareciendo de la vida pública y nuestro trabajo cada vez va siendo más riguroso. Esperamos que nuestros vecinos lo vayan comprobando con mejoras en sus vidas después de esta durísima crisis que nos ha golpeado.
Y el compromiso es que desde Ciudadanos no vamos a parar hasta conseguirlo. La Política Útil para nosotros no es un eslogan, sino un convencimiento y una estrategia política meditada que intentamos desarrollar en todos los niveles en los que tenemos la oportunidad de participar y, desde luego, así será desde nuestro grupo municipal en el Ayuntamiento de Getafe.