OPINIÓN/Asiento en el Pleno (01/03/2017) – No se asuste el lector. No hubo cuchillos esta vez en el sentido literal de la palabra, pero las dagas y los dardos envenenados cruzaron el Salón de Plenos de parte a parte. Odio reconcentrado, desparrame verbal sin sobresaltos pero con mucha acritud y poca política: no había posibilidad a darse una palmadita en la espalda a la salida y limar asperezas. Lo que pasaba en el Pleno, antes se quedaba en el Pleno, (hablo de otras legislaturas); ahora al Pleno se viene a vomitar agrias y envenenadas palabras que nada tienen de rentabilidad política y sí mucho de víscera podrida.
Esa percepción hasta traspasó la pantalla del ordenador en el que durante más de ocho horas una servidora siguió el Pleno, exasperada hasta la extenuación por los constantes fallos en la conexión (si algo funciona, ¿por qué hay que tocarlo? Volvamos a los Plenos retransmitidos por Youtube, por favor). Estupefacta asistí a la intervención de Juan Soler, que decidió en su reencuentro después de meses con el micrófono, rebanar cabezas al tun tun. Sacando cualquier trapo sucio del PSOE que le sirviera para la ocasión, obviando sentencias, sembrando dudas sobre el retraso del anterior Pleno «por una operación estética» (¿alguien ha olvidado la dieta de la sonda nasogástrica cuando era alcalde, que de eso sí hay certeza audiovisual y promocional?), y salvando a los suyos, acogiéndose a la ‘presunción de inocencia’. Curioso que a la única que mencionó por su nombre fue a Marisa Gil, la gerente de GISA que acumula varios procesos en su contra por su gestión al frente de la empresa pública.
Hasta las alabanzas tenían doblez, como la que le dedicó Fernando Lázaro (PP) al trabajo de la concejala no adscrita, Mónica Cerdá al frente de GISA. «¡Que pena que no hubiera podido continuar su labor!». Y una que tiene memoria, recuerda que el PP estuvo a punto de denunciar a la exconcejala socialista en aquella época por «amenazas e intentos de extorsión y coacción» a la entonces gerente de ALEF. De ella decían que era una «concejala incapaz, déspota y rabiosa» que «utiliza la peineta como medio de extorsión a los trabajadores». ¡Cómo cambian las cosas! Por cierto, de esa denuncia nunca más se supo.
Desde la bancada de Ahora Getafe se ensañaron con el PSOE… para hablar de la dimisión de Juan Soler. ¡Huy!, no, que la palabra dimisión, como apuntó Javier Santos (IU-CM) no la pronunciaron. De lo que sí se encargó Daniel Pérez Pinillos es de poner el acento en «el miedo de los subordinados a los jefes, como conoce muy bien Sara Hernández». Estaba nervioso en esa intervención hablando de Forus; eso de que le señalen como usuario de la instalación de la que defiende su remunicipalización parece que le descolocó. «La piscina de Getafe Norte entre todas la mataron y ella sola se murió», dijo. Como la política en este Pleno.
Acritud hubo también en el intercambio semántico por la «tolerancia» entre Ahora Getafe y Ciudadanos. Saltaron chispas entre Ana Calcerrada y Mónica Cobo.
El Pleno acabó. Y se fueron a llorar a la sardina que hoy había que enterrarla. Hubo poco de Carnaval en este Pleno, así que, para ponerle algo de humor, aquí dejo una letrilla (obra de Sísifo) que teníamos intención de cantar. Nos han quitado las ganas. Sírvanse ustedes mismos, si les place. Yo voy a ver si alguna daga ha atravesado la pantalla y se me ha clavado en la espalda a mí también. Nunca se sabe. En esta legislatura nadie puede darle la espalda a nadie.
Un Pleno de los Secretos (Música de Déjame)
Déjame, no quiero ir más al Pleno,
otra vez, procura hacerlo ameno,
ni la tortilla nos salvó,
no había más que para dos.Déjame, ahora que me he traspuesto,
avísame, si apruebas el presupuesto.
Hablad bajito, por favor,
que despierto de mal humor.No hay nada que ahora ya
puedas hacer,
a la hora de comer
se fue Soler, se fue Soler.Déjame, de tantos portavoces
Que en vez de hablar, se lían a dar coces.
A ver si por casualidad
un día les da por dialogar.No hay nada que ahora ya
puedas hacer,
tírate el rollo ya
y pon café, y pon café.