GETAFE/Sociedad (14/02/2017) – «Una trabajadora nos presentó una falsificación muy burda, con tipex y boli«, cuenta Ángel Muñoz, concejal de Limpieza. Ese fue la matriz del caso que ha finalizado con el despido de 25 trabajadores de LYMA por haber presentado facturas presuntamente falsas para cobrar la ayuda social a la que tienen derecho los empleados municipales. «A raíz de ahí tuvo su proceso, en el cual reconoció los hechos delictivos y el 19 de octubre fue despedida. La empresa se puso a investigar con el resultado de 25 falsificaciones y cobros de facturas falsas».
La trama resultó ser más compleja, con un proveedor de facturas, que había «falsificado un sello idéntico a las empresas en cuestión». Las empresas, con las cuales contactaron, «no eran conscientes de ello. Nos pusimos en contacto para informarles y ponerles en alerta, pero no eran conscientes de que se estaba falsificando sus facturas», afirma el edil.
Tanto él, como el gerente de LYMA, Antonio de Miguel, que hoy presentaban el nuevo plan de limpieza para el municipio, están convencidos de que no han fallado los mecanismos de control. «Todo gestor predispone que sus trabajadores son honrados. Nos fiamos del trabajo que se está realizando en los servicios administrativos de la empresa: aquí los que han cometido un hecho delictivo son otros. El proceso estaba bien marcado e hilado». Aún así, «una vez que hemos detectado este hecho, hemos creado un nuevo protocolo para depurar aún más la entrega de cualquier documento que llegue a la empresa. Sea interno o externo».
La consecuencia ineludible era el despido. «Lo marca el convenio colectivo. Es una decisión bastante dura y desagradable, pero estamos convencidos de que hemos hecho lo correcto. No estamos hablando de una falta, estamos hablando de hechos delictivos: malversación de fondos públicos y falsificación documental. Había una factura falsa, un cobro por parte de esos trabajadores en nómina, y un cobro por parte de las personas que emitían las facturas«, narra Ángel Muñoz.
La causa está también en los tribunales de justicia. «Una vez notificados los despidos, la empresa lo denunció por la vía penal». Será el juzgado el que determine si hay más investigaciones. «Están manos del juzgado si se remite a antes del 2013», fecha hasta la que se investigó internamente el supuesto fraude de LYMA. «La gradación la tiene que determinar el juez correspondiente. Nosotros lo que hemos hecho ha sido aplicar el convenio colectivo estrictamente que deparó que cada uno tenía 3 faltas muy graves con hechos delictivos, por lo cual era el despido«. No prescriben los hechos, a pesar de remontarse a 2013 «porque la prescripción es a partir de que nosotros descubrimos el hecho delictivo. Y estamos hablando de octubre de 2016».
En LYMA quedan desde estos despidos 25 vacantes. «Queremos premiar al buen trabajador, tanto en procesos de promoción como en este caso: 25 trabajadores de fin de semana o al 50% de jornada, los vamos a promocionar al 100%. Luego sí que tendremos que contratar a más personas a media jornada, pero eso se hará según el protocolo establecido: ALEF y Servicios Sociales».
Antonio
14 febrero, 2017 at 19:27
Hay muchos parados de larga duración y sin cobrar ningún tipo de ayuda,que ademas han quedado fuera del proceso de cualificación y recualificacion para mayores de 30 años…Esperemos no se queden fuera en esta ocasion.
jesus bejar
14 febrero, 2017 at 18:07
lo del hecho delictivo espero que lo diga un juez. lo de la injusticia que cometéiss no tiene nombre,. ni todos los despidos son iguales ni todas las faltas se deben castigar igual.
despidos readmisión. castigos proporcionales