OPINIÓN/Políticamente incorrecto (22/02/2017) – Lo prometido es deuda, hoy toca hablar de la enorme importancia de las redes sociales en la transmisión de la información en la actualidad, aún más en el ámbito local, y la deriva de la publicidad institucional en este ámbito.
Ya he expresado la necesidad vital de los medios tradicionales de usar estas herramientas para llegar al mayor número de público posible, un 81% de internautas usan las redes sociales según un estudio del año pasado, mencioné anteriormente cómo los grandes medios de comunicación mundiales están negociando acuerdos con los gigantes del sector para poder rentabilizar su trabajo directamente en estas plataformas dado que el enlace está prácticamente muerto.
Hoy, cualquier titular de noticia en la cualquier red social tiene un impacto infinitamente superior que a través de cualquier otro soporte, cierto es que se enfrenta a otros problemas que también tienen otros soportes, la gente rara vez lee la noticia simplemente se queda con el titular, esto se observa simplemente leyendo los comentarios, algo imposible en otros soportes, o el denominado fenómeno de las “noticias falsas” es otro de los ejemplos. Aunque en mi opinión el mayor problema de las redes sociales es la incapacidad del ser humano de intervenir en en comunidades que no considera suyas.
Debido a su transcendencia, se está trabajando en implementar mecanismos para insertar los medios de comunicación tradicionales o generadores de información dentro de las propias redes, usando las herramientas que ellas crean, para, por un lado crear una comunidad de seguidores de un ámbito concreto, como puede ser el local, y la financiación de su trabajo mediante la publicidad inserta en la propia red olvidando el tradicional entorno web, banner, etc.
Como ya hemos mencionado la publicidad hace tiempo que entendió que no se pueden seguir manteniendo los modelos tradicionales, la segmentación del público objetivo que permiten las nuevas tecnologías es una herramienta que permite optimizar la inversión a niveles nunca vistos. Cualquier comercio local debe atraer a su establecimiento a los vecinos que viven en su entorno más cercano, pero además se pueden seleccionar parámetros de edad, estudios o familiares para centrar aún más el objetivo.
Evidentemente, esto, se puede trasladar al ámbito de la publicidad institucional letra a letra, a los vecinos se les puede enviar los mensajes necesarios en función de sus intereses y necesidades a través incluso de los medios de comunicación apostando por esta publicidad seleccionada y controlada.
Otra cuestión a mi juicio más preocupante es que entendiendo todo lo anteriormente explicado se use esto con intereses políticos, y no institucionales. No es una novedad si vemos como en el denominado Caso Púnica dirigentes del Partido Popular de Madrid presuntamente usaron recursos públicos para contratar empresas que mejoraban su posicionamiento en las redes. En Getafe chirría la creación de páginas o grupos como respuesta a otros más críticos con las posiciones gubernamentales, el mejor ejemplo es el caso de Los Molinos, frente a Los Molinos existe surgió Los Molinos se mueve. Lícito seguro, pero sorprende que ‘alguien’ se dedique a ‘alabar’ una posición concreta como respuesta a un fenómeno crítico en la red.
La semana que viene cerraré este serial, petición expresa de la dirección, aunque daría mucho más que hablar, intentaré como siempre hago aportar soluciones a un problema serio que se enfrenta nuestra sociedad como es la distribución de los recursos públicos en el denominado ámbito de la publicidad institucional.