GRADA AZULONA/Opinión (10/02/2017) – En los últimos años, acciones cotidianas como leer la prensa deportiva, escuchar las tertulias de radio o darse una vuelta por las redes sociales se han convertido en un auténtico suplicio para los aficionados azulones, que ven como son el blanco de todos los chistes.
El descenso a Segunda División del Getafe en la última jornada de la pasada Liga en Sevilla, hizo feliz a muchas aficiones y a muchos periodistas deportivos nacionales. Sin duda alguna, el Getafe se había convertido en uno de los equipos más odiados en el fútbol español. Hacer chistes con el Getafe parece el hobby preferido de muchos medios de comunicación. ¿Qué fácil, verdad?
Los azulones se preguntan constantemente que a qué se debe este odio, que por qué son ellos siempre objeto de chiste o de burla. Cualquiera se lo pregunta. ¿Será porque el Getafe ha conseguido hacer historia durante sus doce años en Primera? ¿Será por haber llegado a unos cuartos de final de la Copa de la UEFA poniendo contra las cuerdas a todo un Bayern de Munich? ¿Será porque ese partido vieron al entonces equipo de Laudrup más de nueve millones de españoles en Antena 3? ¿Será porque ha llegado a dos finales de Copa del Rey? ¿Será por el sexto puesto conseguido en Liga?
No, no parece que sea por ninguno de esos motivos. La razón, la causa última, es no llenar el Coliseum Alfonso Pérez. El Getafe es objeto de mofa por tener una asistencia baja en los partidos que juega como local. Como lo oyen: únicamente porque va poca gente al estadio, dicen y repiten.
Pero profundizando más en este tema, hay varios datos objetivos que pueden justificar esta crítica infundada.
Ser un equipo pequeño a menos de 15 kilómetros de los estadios de Real Madrid y Atlético, dos de los grandes de España y Europa, puede influir. Haber tenido durante varias temporadas uno de los abonos más caros en la Liga española, también. El ser uno de los equipos que compitiendo en Primera División más partidos ha jugado los lunes, probablemente también. ¿O no?
Sin valorar ni comparar al azulón con otros equipos, la concurrencia de 8.000 espectadores en el Coliseum supone una cifra muy meritoria y que habla muy bien de su afición. Al fin al cabo la grandeza de una afición no se mide por la cantidad, sino por la calidad. Y de eso, los azulones, están sobrados.
El problema llega cuando son los medios de comunicación, especialmente algunos que deforman y retuercen la información, quienes terminan incitando al mal rollo de manera más o menos velada. El ejemplo más reciente lo tenemos en el partido en el que el Getafe se jugó el descenso ante el Betis. Entonces, medios nacionales manipularon vídeos de la afición del Getafe haciendo creer a la audiencia que la hinchada madrileña coreaba “a Segunda” a la del Betis, cuando lo único que hacían era animar a su equipo. Estos mal llamados periodistas no solo consiguieron su objetivo, mandar al Getafe a Segunda, sino también que los azulones que se desplazaron a Sevilla vieran peligrar su integridad física. La encerrona vivida en el Villamarín, fue lo más triste que han padecido los seguidores getafenses en su historia.
Ya en Segunda División, para alegría de muchos, todos los aficionados pensaban que al menos, dejarían de ser el equipo de los chistes fáciles, pero todo lo contrario. No hay un día que las redes sociales no recojan algún tuit o alguna publicación haciendo alusión al Getafe y su gente.
Por si fuera poco, el club tiene que aguantar el desprecio administrativo y arbitral. El Getafe ha sido castigado desproporcionadamente tras el partido ante Reus. No solo fue perjudicado a lo largo del encuentro; también en los despachos con sanciones desproporcionadas a jugadores y entrenador. Pocos clubes más respetuosos hay con los árbitros que este. Nunca el club azulón salió en los medios de comunicación quejándose de actuaciones arbitrales, y ha habido muchos motivos para hacerlo. Quizás sea hora de quitarse el guante blanco y dar un golpe de autoridad en la mesa. Basta ya de reírse del Getafe.
Los azulones siguen soñando con el ascenso, con la vuelta a la categoría que nunca debieron abandonar. La afición está más unida que nunca. Porque esta hinchada sufridora no deja de soñar y cada vez que equipo y afición han ido de la mano se han conseguido cosas extraordinarias. Cosas que gran parte de los equipos españoles aún no han tenido la posibilidad de saborear. La grandiosa minoría está preparada para un regreso a lo grande.
Run.Javi
21 febrero, 2017 at 5:07
El Getafe se había convertido en un equipo de relleno desde hace varios años, estaba vegetando, hacen falta en primera más equipos de zonas que no tienen clubes cerca, como Baleares o Cacéres, Canarias ya regreso con Las Palmas, el Geta vive a la sombra de los clubes madrileños, muchos andan debajo de la camiseta azul una blanca o rojiblanca.
Tito
24 febrero, 2017 at 11:44
Run.Javi, pues lo único que tienen que hacer equipos de esas zonas es ganárselo como lo hizo el getafe, así de simple.