GETAFE/Rincón psicológico (14/12/2016) – Hace pocas semanas reflexionábamos sobre como afecta la disfunción eréctil a los hombres, pero ¿qué ocurre con las parejas de estas personas? La disfunción eréctil no se presenta siempre en pareja, pero si se tiene, ésta va a ser fundamental tanto en su mantenimiento como en su mejora. Especialmente la actitud que tengamos como pareja ante la disfución eréctil es fundamental:
● Como ocurre con muchos obstáculos que se presentan en la pareja, la empatía es fundamental, la persona que presenta la disfunción va a ver afectada su autoestima, por lo tanto la pareja es muy importante para minimizar el deterioro de esta autoestima, dando confianza y apoyo. Por otra parte podemos sentirnos poco deseables para nuestra pareja.
● Es fundamental desechar la idea de que la erección va unida directamente con el deseo, es decir, si mi pareja no tiene una erección es porque no me desea. Esto es una idea muy extendida aunque falsa, ya que en la disfunción eréctil intervienen factores biológicos, farmacológicos y psicológicos que causan la disfunción.
● La mayoría de las veces la disfunción no se produce por la falta de deseo en sí mismo hacia la pareja, lo que suele ocurrir con mucha frecuencia es que hay un deterioro en la relación de pareja que afecta a la vida sexual y que puede causarla.
● Cuando se presenta esta dificultad, aparece la culpa hacia nosotros/as mismos/as o hacia la persona que sufre la disfunción, generando conflicto e impidiendo que solucionemos juntos esta dificultad.
● Aunque la disfunción puede afectarnos, debemos apoyar a la otra persona al igual que si se tratara de cualquier otra dificultad, no tomarlo como un ataque hacia nuestra relación, posicionándonos junto a la pareja y frente a la dificultad, no frente a nuestra pareja. Es decir, tomar esta dificultad como un tema de pareja y no como algo individual.
● Es muy importante el lenguaje, por lo tanto es siempre mejor hablar en plural y en términos situacionales, por ejemplo siempre es más asumible decir «tenemos una dificultad en las relaciones sexuales» o «tenemos disfunción eréctil» mejor que «eres impotente». Es más realista porque es algo que se presenta de modo temporal en la pareja, no de modo individual y permanente. Este es un ejemplo que nos puede servir para evitar que la autoestima se deteriore y posicionarnos junto a la pareja y no enfrente.
● Como ya comentábamos en el artículo sobre disfunción eréctil, es fundamental que no abandonemos las relaciones sexuales para no convertirlas en un tabú. Estas deben ser corporales, es decir evitar centrarse únicamente en los genitales y el coito, es importante disfrutar desde el punto de vista corporal, ampliando el repertorio sexual. Suele ocurrir que cuando hay una gran exigencia en lo genital, se produce una menor seguridad y mayor frustración para ambos si no lo logramos.
Podemos encontrar diferencias en parejas del mismo sexo respecto a parejas de distinto sexo. Especialmente por aspectos comparativos: “Yo puedo y tu no, es porque yo no te gusto y tu a mi si”, este tipo de ideas son muy dañinas para todas las partes: para quien tiene la disfunción, la pareja y para la propia relación ya que genera una inseguridad y reproches culpabilizantes. La realidad es otra, y es que cada persona afronta las situaciones de un modo diferente.
Por todo esto, cuando se afronta el tratamiento sexológico de la disfunción eréctil, es muy frecuente hacerlo desde la pareja, es decir, que intervengan las dos personas. En muchos casos deriva o causa dificultades en la relación.
Más información en www.cspsicologia.es
Carlos Alejandro Moran
22 diciembre, 2016 at 5:38
Una pregunta yo tengo disfunción eréctil hay algún tipo de medicamento para eso tengo 26 años y e sufrido de eso por 2 años y tengo miedo a perder mi pareja por eso