GETAFE/La voz de la experiencia (03/10/2016) – El otro día, en el programa Salvados con Jordi Évole y Pedro Sánchez, que emitió La Sexta, se pusieron sobre la mesa muchas cuestiones, tanto de tipo personal como grupal e institucional, y en todas esas cuestiones se vislumbraban con cierta claridad los intereses creados. Pero no se crean ustedes que esto es una excepción, más bien por desgracia, suele ser la norma en la mayoría de nuestros comportamientos y en casi todos los órdenes de la vida. Es una pena pero es la realidad.
Cuánto ganaríamos todos con solo reducir nuestros intereses particulares, aumentando el interés general, y no quiero ni contarles lo que ganaría el mundo entero si se redujeran los intereses particulares de los grandes grupos de poder, industriales, de comunicación, armamentísticos, petroleros, jurídicos o gubernamentales, tanto nacionales como internacionales.
Los intereses creados, sobre todo los de estos grandes grupos de poder, son sin duda los que traen a este mundo a maltraer, y lo lamentable es que no solo la mayoría somos conscientes de ello, sino que además muchos de nosotros, seguimos sus pautas con comportamientos particulares muy similares, vamos, que han creado escuela en nuestros enfoques y en lo que transmitimos en nuestro entorno y a nuestros hijos, lo que no hará mejorar a las nuevas generaciones.
No se cómo podemos influir en esos grandes grupos de poder, pero les aseguro que se puede y se debe actuar y educar en el compromiso, el respeto, la empatía, la solidaridad… En suma, educar y vivir en valores, pasando de los estereotipos de dichos grupos.
Es posible que con estas recetas, algunos de ustedes piensen que es más difícil hacerse rico, dirigir una gran empresa u organización, ser un líder, ministro o presidente, y puede que tengan razón, pero piensen que no es incompatible lo uno con lo otro. Si partimos de que la meta del ser humano es ser feliz, y es de suponer que tanto para ustedes como para sus hijos deseen la felicidad, ¿creen que producirá mucha felicidad amasar una gran fortuna o conseguir mucho poder aprovechándose de sus semejantes, proporcionando armas, drogas, o pisoteando los derechos humanos de unos pocos o de muchos, robando, abusando de los más débiles? En mi opinión, si algo de esto produce felicidad, será pasajera.
Mejor piensen en otro tipo de felicidad, esa que les permita caminar sin ningún miedo, mirando a todos de frente, el placer de las cosas bien hechas, el haber brindado ayuda a alguien o a muchos, la felicidad de repartir sonrisas y ser correspondido, el disfrutar de lo que se tiene, de hacer amigos allá por donde se va, y pensar en los demás antes de tomar decisiones.
Si quiere ser feliz y dormir a pierna suelta, póngase siempre en el sitio del otro, o como dijo un filósofo “ama y haz lo que quieras”.