El bestiario de Sísifo (III): Ahora Getafe

GETAFE/La piedra de Sísifo (22/11/2016) – Hace algunos años estuvieron de moda los cuadros basados en puzles ya resueltos de cuadros famosos o bonitos paisajes, estos iban cubiertos de un barniz que cohesionaba el montaje e impedía que, a la menor sacudida, las piezas se desparramasen por el suelo. La mayoría eran falsos; bien porque se pintaba sobre la imagen la línea que dividía las piezas o, en los casos de falsificación más sofisticada, porque se tomaba una imagen, se troquelaba, se barnizaba y colocaba en un marco. En cualquier caso, auténtico o falso y modas aparte, se trataba de unos engendros de dudoso gusto estético al nivel de los infames tapices con escenas de caza.

Esta “moda estética” –la de los puzles– es aplicable a Ahora Getafe y a su proceso de gestación, nacimiento, bautismo electoral y posterior evolución en el Ayuntamiento y en la ciudad y, atendiendo a la falsa idea de que “sobre gustos no hay nada escrito”, el hecho de que haya obtenido una cifra interesante de adeptos en los últimos comicios locales nos sitúa en el nivel de hastío, cansancio, aburrimiento, descreimiento y cabreo de nuestros convecinos, unido a una humana necesidad de alguna esperanza a la que agarrarse. Desgraciadamente, el barniz que lo cubre es muy endeble y está mal aplicado, lo que se traduce en que, cualquier movimiento por leve que sea, amenaza con poner el suelo perdido de pequeñas piececitas de distintos colores y formas.

En un primer vistazo se aprecian tres facciones perfectamente diferenciadas: El sector Podemos, mayoritario; el de renegados de IU, que contra pronóstico fueron la anterior cara visible y la voz invisible que daba cera a propios y ajenos a Ahora Getafe y el del inevitable aderezo trotskista en cualquier formación de izquierdas que se precie, el POSI.  Han convertido el “postureo” en su seña de identidad definitiva y, venga o no venga a cuento, emplean cualquier artimaña, treta o subterfugio para criticar y atacar descarnadamente al Gobierno municipal, siempre a beneficio de inventario. Con ellos se hace realidad el adagio postfranquista de que “los partidos de derecha es el rival al que hay que vencer pero los partidos de izquierda son el enemigo que hay que destruir”. Después de extraer los órganos que consideraron útiles de una IU ingenua y torpe, intentan lo mismo con un PSOE debilitado a escala nacional, aunque sospecho que se van a dejar “algún pelo en la gatera”, sin garantía de conseguirlo.

El caso es que, individualmente, son personas inteligentes y formadas que van adquiriendo experiencia a gran velocidad pero el problema surge cuando se juntan dos o más. Rivalizan entre ellos con una intensidad y argumentación de patio de colegio y proyectan su inmadurez a la política municipal llegando a contraprogramar actuaciones apoyadas por su propia formación sólo por el hecho de que las “firma” el Gobierno municipal. Expertos a la fuerza en autopodovlastología, han hecho un arte de la práctica de darse tiros en los pies, algunos con gran destrozo óseo, como el “pongo mi portavocía a disposición de…”. “Ya tardabas, bonita”.

Han manoseado tanto el concepto de participación que empieza a causar repulsión hasta en los más acendrados defensores de la misma. No toman una decisión ni por error y tengo el convencimiento que, si algún día se produjera un secuestro colectivo en el ayuntamiento y su resolución dependiera de una decisión de Ahora Getafe, convocarían una “consulta popular” para ver si convocaban una “consulta popular” para elegir, como no, por “consulta popular” al negociador (o negociadora) y otra más para aprobar los acuerdos adoptados y ver cómo lo resuelven hasta que dejara de ser necesario por suicidio colectivo de los rehenes.

Se acerca el momento más decisivo de las decisiones políticas del año: la negociación y aprobación de los Presupuestos y no sabemos cómo reaccionará el bienintencionado electorado de Ahora Getafe cuando descubra que, de las tres facciones que hay en su grupo de concejales, las tres han intentado e intentan negociar un acuerdo con el PSOE, por su cuenta y sin contar con las otras dos, en su particular política de hechos consumados de cara a colgarse hipotéticas medallas que cuestionen la acción del Gobierno. No contentos con eso, ahora se descuelgan anunciando su voto negativo, arguyendo excusas de mal pagador, después de provocar el ridículo municipal y un gasto absurdo de recursos en la anémica consulta sobre el Plan PRISMA con el chantaje de, “o se convoca una consulta en 3 días, o no apoyamos los presupuestos”.

En su perplejidad, el grupo socialista-IU les pide que se pongan de acuerdo para, si es posible, alcanzar un consenso con todo el bloque, no con unos sí y otros no, y que concreten exactamente qué entienden que se debe cambiar de los Presupuestos, en qué cantidades y para qué conceptos. Humildemente, les sugiero que incluyan una partida presupuestaria, destinada a Capítulo I, donde se permita contratar personal para recoger todas las piececitas que ya empiezan a caer al suelo, no vaya a ser que las pise alguien, se haga daño y haya que convocar una “consulta popular” para ver si se le indemniza.