“… Dios, que buen vasallo, si oviesse buen señor…”.
GETAFE/La piedra de Sísifo (15/11/2016) – El verso más conocido del Cantar del Mío Cid se ajusta como un guante al PSOE de Getafe: Goza de un descomunal potencial de actuación, un “ejército” entregado de militantes activos, capacidad demostrada para gestionar ideas, proyectos, recursos y personas y una experiencia impagable en tareas de gobierno. Lástima que no sepa dónde va o, como mínimo, no lo aparente debido a una dirección a la deriva a nivel nacional.
La imagen diletante de sus apoyos y liderazgos en Getafe tampoco ayuda; hoy entregados a una causa, mañana a la diametralmente contraria, hoy, a muerte con Tomás Gómez, mañana, efectivamente, con la muerte de Tomás Gómez o quizá responda a la tendencia mostrada por su cabeza visible: Sara Hernández. No está claro si responde al perfil del complejo de Edipo o al de Electra, lo evidente es que, la vida (política) pierde mucho valor para el mentor de turno de Sara.
Su primer padrino (y víctima) fue un Pedro Castro crepuscular aunque, siendo Pedro como había sido, una máquina de devorar “números 2” -Antonio Alonso, Jesús Neira o David Lucas pueden dar buena fe de ello- su caída se asumió como merecida y cuando Sara lo descabalgó el llanto no duró más allá de quince días. No obstante, para auparse al trono de la calle Cuenca, Tomás Gómez resultó de una importancia extraordinaria, las primarias que decidieron la candidatura de Tomás (avalada por Sara) en detrimento de Trinidad Jiménez (avalada por Pedro), fue el trampolín para una y el tiro de gracia para el otro. Tomás cayó en desgracia e, igual que sucedió con Castro, fue sustituido por Sara por obra y gracia de un Pedro Sánchez que, cosas del destino, ya no está en condiciones de encabezar el partido. ¿Será también reemplazado por Sara? Parece poco probable, pero…
De nuevo en el Gobierno municipal, el PSOE de Getafe, reconozcámoslo, se está dando un buen atracón a trabajar para cubrir todos los ángulos posibles con solo 6 concejales (fueron 7) más la propia alcaldesa y encontró algo de oxígeno con la incorporación de Javier Santos, de IU, pero duró poco ante la peregrina, incomprensible, ruidosa, extraña y rocambolesca espantada de Mónica Cerdá que hace dudar de si, verdaderamente, alcanzaba el nivel mínimo necesario para un cargo de responsabilidad. El caso es que, con 8 personas a los mandos y un número muy reducido de asesores, tiene mucho mérito verlos constantemente en la calle, instituciones y despachos. A ver cuánto les aguanta la “salud”.
Otro factor que pesa a su favor es el erial que el cuatrienio Soler dejó en Getafe en determinadas áreas, sobre todo las de carácter social. No es exactamente la situación de los febriles años 80, donde estaba todo por hacer, pero hay mucho que revivir y se han puesto a ello.
No obstante, una conversación con cualquiera de sus concejales o asesores, va teñida de una buena dosis de amargura: Saben que se están matando, saben que, aunque mejorable, están haciendo una gestión aceptable y saben que, aunque en pequeños conciliábulos se les reconoce su trabajo, la tendencia sociológica nacional alimentada generosamente por el proceso de enajenación mental experimentado por la dirección ejecutiva antes y ahora gestora, les está conduciendo al precipicio sin salvación.
Al igual que empezó este retrato con un verso del principio del Cantar del Mío Cid, terminará con otro de su finalización que da idea de lo que la crítica política piensa unánime:
“… Se le rompieron las cinchas, ninguna le aprovechó, y el caballo, por la cola, en tierra le derribó. Por muerto le da la gente que estaba allí alrededor; …”
Antonio Calvete
17 noviembre, 2016 at 13:36
Sísifo da una de cal y otra de arena. Tiene mucha razón, y eso quiero destacarlo, en que el equipo de gobierno está haciendo un trabajo muy notable, está dejándose la piel procurando arreglar muchos de los entuertos que dejó Soler y su equipo.
lorenzo roldan
15 noviembre, 2016 at 19:48
Qué cosa más curiosa: El nombre de quien ha puesto el comentario anterior (Asinhayma Nera) suena exactamente igual que «Así no hay manera». conclusiones:
No sé si Sísifo es autor o autora, lo que sí sé es que Asinhayma es mujer y responde al nombre de Mónica que se ha autoprovocado para tener una excusa y volver a vomitar sus locuras en el primer medio que le haga caso. Penoso.
¿El artículo? Flojito y con alguna puyita incluida, excesivamente complaciente. Veremos los de los demás partidos
Asinhayma Nera
15 noviembre, 2016 at 15:52
Las vueltas que ha dado la autora para decirnos que Sara Hernández no se para ante nada ni ante nadie. Que le pregunten a Mónica Cerdá por todas las cosas que sabe, que lleva mucho tiempo callada. A ver si le han tapado la boca con dinero como hacen con todo.