OPINIÓN/La voz de la experiencia (20/10/2016) – Estos días hemos leído, escuchado y visto en varias ocasiones, hablar de la situación de pobreza de tanta gente, niños, adultos y ancianos, con motivo de la conmemoración el 17 de octubre, del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza al hilo del que se han hecho eco todos los medios de comunicación de los informes que distintas organizaciones han hecho públicos, algunos de ellos exhaustivos, sin dejar la más mínima duda de la tremenda situación de tantas personas, según Unesco, 1.600 millones en el mundo.
En España, según la EAPN-ES (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español), que presento su informe en Cruz Roja Madrid, “13 millones de personas viven en riesgo de pobreza y/o exclusión social, de los que 3,5 millones, viven en situación de pobreza extrema al situarse por debajo de los 333,8 € mensuales, para un hogar de una sola persona. En este contexto, España es el tercer país de la Unión Europea, con mayor desigualdad, solo por detrás de Rumania y Serbia, y Carlos Susías ironiza: a este ritmo, en 221 años se habrá erradicado la pobreza relativa en España”.
Ante estas realidades yo me pregunto y les pregunto a los Gobiernos nacional, regional y local, ¿de verdad estamos haciendo lo que debemos para erradicar la pobreza, al menos en nuestro país?
Yo sigo manteniendo que, estos últimos años, no han dejado de aumentar las personas en riesgo o en exclusión social, y que a un gran número de españoles, les ha ido de mal en peor, porque, ni los brotes verdes de hace seis años, ni la creación de empleo anunciada a bombo y platillo en estos últimos, están teniendo efecto suficiente por ahora. Quedará muy bien para los mítines, pero desde luego, no para evitar que cada día haya más niños con grandes carencias, la sanidad y la educación sigan empeorando, y lo que es peor, cada vez más familias entren en la desesperanza y en la apatía porque ya no ven ningún futuro, y si ustedes no saben o no pueden revertir esto, deberían marcharse.
Señores políticos, sé que hay grandes dificultades para cambiar el sino de nuestra situación, pero por favor, no sean hipócritas diciéndonos que todo va mucho mejor, y que pronto habremos salido de esta crisis, sencillamente porque no es verdad, al menos para una gran mayoría.
La única verdad constatable es que cada año hay más pobres y más ricos, aumentando profundamente las desigualdades.