Pleno a pleno sol de julio. Calor, bochorno, se avecina tormenta… pero en el salón de Plenos, más frescos que una lechuga, se aposentan los concejales. Cartelitos en los sitios porque había novedad: Mónica Cerdá ocupaba desde el principio del Pleno su nuevo lugar como concejala no adscrita tras la bancada popular, junto a Ciudadanos. Ahora tiene voz y voto. En esta primera sesión habló pero no sonó discordante, muy en línea con su antiguo partido socialista. Mónica Cerdá: de nombre concejala, y de apellido no adscrita, porque su nombre no se pronunció en todo el Pleno.
Pero al lío, que este Pleno llegaba calentito tras incendiarse en las redes sociales con la campaña «orquestada por el PP» repitió Sara para los que tiran la piedra y esconden la mano, contra el manifiesto del orgullo en Getafe. El debate prometía ser calentito y no defraudó. Mariano Martínez, en representación de las asociaciones LGTBI+, desmontó magistralmente la mala interpretación (¿interesada?) que había originado la polémica. A ver quién era el guapo que tras su explicación votaba en contra…
El PP tiró de victimismo y se mostró muy digno con Fernando Lázaro como voz cantante. «¡El PP ha evolucionado! ¡El mundo ha evolucionado!». Risas entre el público. «¡Se ría quien se ría del público! Deberían alegrarse de que haya un nuevo partido más defendiendo estas ideas y deberían darle la bienvenida». Lástima que Lázaro no escuchara in situ la respuesta de Ana Calcerrada (Ahora Getafe), que le hizo un repasito de actitudes homófobas de miembros de su partido… de antesdeayer. Lázaro no estaba porque Mónica Cobo (C’s) logró sacarle de sus casillas. «Parece que para ustedes las manifestaciones son como las bodas: si no me invitan no voy. ¡A las manifestaciones se va por convicción! Ustedes no creen en la diversidad». Hasta ahí. Lázaro se levanto y casi dando un portazo (con mucha teatralidad) se fue. «Palabras no, hechos. Felicito que el PP haya entrado en el siglo XX, espero que al final de la legislatura entren en el siglo XXI». Lástima que su voto fuera en contra… con sorpresa final.
A estas alturas gran parte de la bancada popular estaba ausente. El resto, aguantando el chaparrón. También el de Sara Hernández, que les echó en cara la campaña «iniciada y orquestada por ustedes, por el PP» y les censuró por «haber perdido la oportunidad de condenar ataques que hemos sufrido concejales de este pleno». Todos los partidos votaron unánimemente a favor del manifiesto en la comisión previa «¿Qué pasa, lo leyeron después? Vamos a seguir trabajando a favor de la igualdad, a pesar de ustedes». Además de reciminarles su ausencia en las manifestaciones. «A otras sí que a acudían: esa es su herencia». La sorpresa llegó a la hora de la votación: a pesar de lo «sectario» del manifiesto, de lo malo malisimo que era, se abstuvieron. Antes Ciudadanos ya había emitido su voto en contra. El PP nuevamente tiraba la piedra y escondía la mano.
AJ Mesa, portavoz in pectore, en ausencia aunque de cuerpo presente del portavoz titular, Juan Soler, que estaba pero como si no (debía estar dándole vueltas a qué más cosas podía tener Marisa Gil en su ordenador, pero es solo un suponer…) era quien tomaba las riendas del partido y se enfrentaba a la presidencia por cuestiones de forma.
También se trató en el Pleno otro de los asuntos que están levantando ampollas estos días: la designación a dedo de hasta medio centenar de direcciones de centros educativos en la Comunidad. «No creemos en los dedazos políticos», dice Soubrie (C’s). A ver si esa postura es la que defiende su partido un poco más arriba y obliga a torcer el criterio de Cifuentes. Pablo Martínez (PP) se hizo el sorprendido (¿en serio?). «Es un tema puntual. Creemos que no es algo generalizado. Nos abstendremos porque tenemos que analizar lo acontecido». Tela. «Es una estrategia planificada y especialmente en la zona sur, para controlar los centros. Tendrá en contra a este Gobierno municipal», declaró Álvaro Gómez (PSOE).
Inmaculada Lázaro se columpia pidiendo a la alcaldesa que rectifique sobre su caso, esgrimiendo una sentencia que poco venía a cuento; Daniel Pérez Pinillos se despacha con la comisión de la Púnica. «Las quejas se hacen por escrito», pedía indignado Javier Santos. «Soy el primero que interviene y me quedo con las ganas de responder a mucha gente». Pues eso.
Tuvimos nuestro paseo de rigor por el mundo: que si Estambul, que si Brasil… hasta salió (otra vez, ¿en serio?) a colación Venezuela. Y la presente pensaba que a lo mejor un paseito por el mundo no vendría mal… pero de vacaciones. Pero no, aún hay otra cita: la próxima semana. Debate sobre el estado del municipio. Ahí es nada. Les espero.