Como una gran mayoría de españoles, suelo seguir los debates electorales, tanto los de precampaña como los de campaña, los de los expertos en economía, los de las mujeres más destacadas de los partidos, los de los filósofos, y naturalmente, los de los cabeza de lista, de entre los que debería salir el próximo presidente de Gobierno, en todos ellos descubrimos algo de sus programas, alguna cosa nueva, y muchos matices sobre los mismos temas, pero hay muchos de estos importantes temas, que en gran medida están condicionados por nuestra economía, por la Europa a la que pertenecemos, y/o por la globalización mundial, por tanto, nuestro interés, debe basarse fundamentalmente en los matices y en las prioridades, porque, todos nos dirán que trabajarán para que nuestro pueblo mejore, la cuestión es cómo.
No es lo mismo, empleos con salarios y horarios dignos, o los que, para llegar a fin de mes, debes buscar ayuda en la familia o en alguna ONG.
No es lo mismo, educación gratuita de 0 a 18 años y becas suficientes, que masificaciones y recortes.
No es lo mismo, que cuando tengas una consulta médica o una intervención quirúrgica te atiendan en el momento, o tengas una gran lista de espera, o te manden a la privada, etc, etc.
Ojo con las prioridades, no es lo mismo, primero las personas y después las cosas, que al revés.
En algunos debates, afloran con demasiada frecuencia los malos modos, y el “y tú más”, en algunos casos el mentir, y en muchos decir verdades a medias, que en ocasiones es peor que mentir, y todo ello, porque en esta España nuestra, esto no tiene castigo de ningún tipo.
De todos los debates, el que me ha resultado más interesante, fue el de los filósofos Ángel Gabilondo, Fernando Savater, Manuel Cruz y Daniel Innearity, por varias razones, en las que destacaré el respeto, la educación, la claridad de ideas y la exposición de sus puntos de vista, todo ello, discrepando en positivo, cada uno destacó lo que consideró más importante o mejor, respetando los otros enfoques y aportando sus razones para opinar de forma distinta o incluso antagónica.
Esta manera de debatir, es más clarificante y formativa, al permitirnos distintas visiones sobre un mismo tema, y aunque con matices, todos coincidían en la necesidad urgente de encontrar un consenso nacional sobre varios temas, entre los que destacan, la educación, el trabajo, la atención social, la sanidad, el terrorismo y la política exterior.
Según las encuestas y las opiniones de los expertos, el día 26, ninguna formación obtendrá una mayoría para formar Gobierno, es más, incluso la suma de fuerza de izquierdas o derechas, pueden encontrar serias dificultades por vetos personales, o por comportamientos anteriores, en el peor de los casos, siempre podrían recurrir al grupo de los filósofos para que les hagan luz.