Por Laura de Toledo Congosto, psicóloga y sexóloga el 1 junio, 2016@GetafeCapital
La copa menstrual es un pequeño recipiente de silicona con forma similar a una copa que se introduce en la vagina, de un modo similar a los tampones, y que recoge la sangre de la menstruación en su interior. Al retirarla se vacía el contenido, se lava (con agua, papel o unas toallitas específicas) y se puede volver a utilizar. Cuando finaliza el periodo se higieniza, esteriliza y se guarda hasta el siguiente uso. Cada vez está más extendido su uso pero aún hay muchas dudas y preguntas sobre sus ventajas, inconvenientes y utilización.
Hay que tener en cuenta varios aspectos para utilizar la copa menstrual con éxito, lo primero es que no hay que impacientarse. ¿Recuerdas la primera vez que utilizaste una compresa? Posiblemente no la colocaste en el lugar correcto o se pegó de un modo que no te resultaba cómodo. ¿Y tus primeros tampones? Posiblemente lo notabas o te molestaba la cuerdecita, sin el aplicador posiblemente te costó encontrar la posición correcta para colocarlo. Con la copa mensual ocurre algo similar, debes tomarte tu tiempo antes de acostumbrarte.
Hay tamaños, por lo que debes decidir cuál es la más adecuada para tí en función de la cantidad de flujo, del estado de tu vagina y tu suelo pélvico.
Debemos tener las manos muy limpias antes de colocarla y las uñas cortas para evitar hacernos daño.
Hay que introducir la copa en la vagina por lo que es mejor ponerla en una situación en la que estemos tranquilas, para poder tomarnos el tiempo necesario para colocarla.
Para colocarla hay que enrollarla para que ocupe lo menos posible e introducirla con los dedos en la vagina, por lo que es necesario conocer cómo es tu anatomía para ponerlo con la inclinación a adecuada. Una vez puesta, se coloca sola de modo natural adaptándose al cuerpo y haciendo un efecto vacío que impide que salga el flujo.
Es recomendable ir poco a poco, al principio hasta que nos habituemos, es mejor alternarla con los métodos que utilices habitualmente, tampones o compresas, por ejemplo, podemos utilizarla en casa y cuando vayamos a la calle usar tampones.
Es muy importante limpiarla tras su uso y/o antes de su uso, para ello puedes utilizar agua y jabón suave, aunque lo más recomendable es higienizarla con agua hirviendo y secarla con papel o una tela limpia que no deje pelusa.
Puedes comprar junto con tu copa una bolsita limpia y que no deje pelusa para guardarla y un recipiente para higienizarla con agua caliente.
Una vez que nos hemos familiarizado con el uso de la copa mensual podemos empezar a disfrutar de sus ventajas y utilizarla de un modo natural durante el periodo.
No reseca ni altera la flora vaginal, es más natural que los tampones ya que éstos absorben todo el flujo.
Puede utilizarse en todos los días del período y con todos los tipos de flujo, ya que no deja pelusas cuando hay poco flujo.
Si la cuidamos bien dura aproximadamente 10 años.
Ahorro económico, la copa menstrual cuesta aproximadamente 30-40€, es una inversión que pronto amortizaremos (aproximadamente 8 o 9 cajas de tampones/compresas).
No hay asociado el SST por su uso.
Se puede usar durante más de 8 horas sin ningún riesgo.
Generalmente el olor puede ser algo que preocupa, pero en este caso la copa menstrual está hecha de silicona y no deja pasar el fluido por lo que el olor tampoco traspasa.