Enfrente de la entrada a la facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas dos policías impedían que nadie se parara, ni hiciera fotos. «Circulen, por favor». La acera de la Universidad Carlos III tenía el acceso restringido, y aunque se permitía el paso de vehículos por la carretera, uno de los carriles está tomado por los vehículos de los cuerpos y fuerzas de seguridad: varias unidades de bomberos, ambulancias, policía local, nacional y judicial y hasta una unidad de riesgo químico y nuclear de los bomberos. Se había activado la alerta por antrax en la Universidad Carlos III, tras haberse recibido unos sobres en el decanato que contenían polvo blanco.
A la espera de determinar si es o no antrax, los protocolos han obligado a desalojar los edificios de la universidad, y varios equipos acceden al lugar con trajes especiales. Fuentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad indican que se está procediendo a la limpieza exahustiva de la zona afectada. En la puerta se había instalado una tienda de campaña específica de emergencias.
A las 14.30 horas se ha desactivado el dispositivo y las unidades de emergencias han abandonado el lugar.