Por Laura de Toledo Congosto, psicóloga-sexóloga el 20 abril, 2016@GetafeCapital
Un sexólogo/a es un profesional de la sexología que tiene los conocimientos y capacidades para comprender las características específicas sobre los sexos, sobre los hombres y las mujeres en el amplio sentido de la palabra. El sexo con el que nacemos o con el que nos identificamos social o culturalmente nos diferencia y nos hace únicos. Las personas somos seres complejos, son muchos los factores que nos afectan en nuestro desarrollo: educación, cultura, sociedad, biología, genética y por supuesto el sexo.
¿Qué preparación tiene un sexólogo/a? Los profesionales de la sexología tienen una formación específica de tipo postgrado o máster a la que se accede a través de formación universitaria como licenciatura o grado, de distinto ámbito: psicología, enfermería, medicina, pedagogía…
¿De qué se encarga la sexología? Los sexólogos/as ayudan a las personas a disfrutar, conocer y vivir de un modo positivo la sexualidad, muchas veces es necesario trabajar las dificultades del área sexual.
Educación sexual: aportar conocimientos, informacióne ideas nuevas a los demás ya sea a través del aprendizaje vertical (de experto a inexperto) o aprendizaje horizontal (de igual a igual), la educación sexual se puede realizar en todas las etapas, desde la infancia, adolescencia, personas adultas, parejas, enriquecimiento erótico, personas adultas, cambios físicos o fisiológicos…
Fomentar la salud sexual: Trabajar para que las personas vivan su sexualidad de un modo positivo, conozcan su cuerpo y estén lo más satisfechas posible consigo mismas.
Problemas o dificultades sexuales: los hombres y las mujeres tienen cuerpos distintos y entornos distintos, hay muchas situaciones que pueden desencadenar problemas sexuales, la labor del sexólogo/a es ayudar a la persona para poder comprender y mejorar las situaciones que afectan al área sexual.
Las dificultades sexuales más frecuentes son la insatisfacción con el tiempo de eyaculación, eyaculación precoz, impotencia, problemas para conseguir la erección del pene, vaginismo, molestias en las relaciones sexuales y en la penetración…
Problemas o dificultades en pareja: como ya hemos dicho cada persona es un mundo, entonces, de cada pareja surge un universo de posibilidades. El conocimiento personal y de la pareja es fundamental para realizar un buen ajuste en la relación, suele ser frecuente encontrar problemas de comunicación, insatisfacción con el reparto de las tareas domésticas o el cuidado de los hijos y problemas sexuales en pareja.
Muchas veces la orientación del deseo y la identidad sexual suponen un problema para la persona, un sexólogo/a puede ayudar en el proceso de conocimiento y aceptación de las características individuales.
Mejorar o enriquecer las relaciones de pareja: No es necesario esperar a tener dificultades para acudir a un profesional, si cuidamos nuestra relación de pareja, podemos hacerlo ayudándonos de un sexologo/a. Puede aportarnos un mejor conocimiento y crecimiento en la pareja, diversificar y descubrir nuevos aspectos de la erótica.
Crecimiento personal: Cuanto mejor nos conozcamos a nosotros/as mismos/as, más oportunidades tendremos de aprovechar nuestro potencial, por ello un sexologo/a puede ayudarnos a conocer nuestras particularidades personales desde una perspectiva sexual y de género.
Investigación: la información que se maneja desde la sexología se basa en evidencias científicas, por eso es necesario continuar haciendo estudios sobre las respuestas sexuales, diferencias sexuales, biológicas, comportamiento, género… para identificar los cambios que se producen a lo largo del tiempo, actualizar, reafirmar el conocimiento y adaptarlo a la sociedad actual.
Estas son las áreas fundamentales de intervención y trabajo de los sexólogos, pero la sociedad que está en constante cambio hace necesario que los profesionales estén continuamente estudiando y adaptándose a las necesidades del entorno.
Las dificultades o problemas sexuales no se pueden entender de manera aislada si no como parte de la vida de una persona o una pareja, de modo que son muchos los factores que intervienen en su causa, mantenimiento y por supuesto como parte de la solución. Como sucede en muchos otros campos para resolver las dificultades sexuales o mejorar la salud sexual no hay recetas mágicas o una sola solución, por ello el sexólogo trabaja con la persona para conocer su caso particular en un marco de confianza y ayudarle a tomar las decisiones que le lleven al camino adecuado para encontrar su propia felicidad.