Había morbo en el Pleno de ayer tras los acontecimientos precipitados durante la pasada semana. Las miradas puestas en la silla central de la bancada socialista. Allí Mónica Cerdá fue la primera en coger el asiento. Ni una mirada de sus compañeros, ni una palabra. Vacío. Sabía a lo que se enfrentaba después de haber escenificado la ruptura del grupo con su denuncia en los tribunales. Mantiene el acta, sí, pero el precio a pagar no parece pequeño. Impertérrita aguantó casi la mitad del Pleno, sin moverse del sillón. Cuando se levantó, no volvió. La ya de por sí complicada arquitectura numérica de este Pleno se complica con esta nueva variable. ¿Seguirá Mónica Cerdá votando con sus ‘compañeros’? ¿Será habitual su ausencia en las citas plenarias?
Hubo quien no perdió ocasión para sacar a relucir las ‘vergüenzas’ ajenas. La lengua más afilada del Pleno, la de AJ Mesa (PP) fue la encargada de nombrar a la innombrable. «Alcaldesa, señores concejales, señora Cerdá, buenas tardes». Respingo del público. Cerdá impertérrita. Juan Soler también, a pesar de que era su primera comparecencia pública en el municipio tras los registros llevados a cabo por el caso del Teatro Madrid. Es lo que tiene el vértigo informativo en el que parece que se ha sumido la ciudad: se olvidan las cosas: el titular de hoy hace olvidar la noticia de ayer.
Volvió a ser un Pleno largo, que dio vértigo al ver el orden del día: ¡¡97 puntos!! No asustarse: más de 70 se votaron en conjunto, como reconocimientos extrajudiciales que eran. Y se habló del obispo y de su carta sobre la ley de transexualidad, y no, no se le declaró persona non grata. «¡Qué proposición más uyarresca! Cuídese de los que no se acaban de ir porque pueden volver», le advirtió Mesa a Javier Santos, de IU. «Yo no he ido nunca con camisa, sino con chándal, y no tengo problema en volver a ponérmelo», replicó el edil. La iglesia volvió a estar presente, esta vez para pedir que se retirar la placa franquista del monumento del Cerro. Con la oposición del PP se solicitará al obispado su retirada. Ahora que sigue siendo ‘grato’ en el municipio, a lo mejor incluso atiende la petición.
Se volvió a reclamar que no se cerraran las aulas de 3 años de los colegios Sagrado Corazón y Miguel Hernández, algo a lo que el consejero no parece muy dispuesto a atender, y se aprobó por unanimidad ampliar la plantilla de conserjes entre otras cosas para atender los problemas que tiene el colegio Carlos V.
El medioambiente estuvo también muy presente con la solicitud de retirada de residuos de una parcela del Polígono de Los Ángeles, la influencia de Valdemingómez o las plantas de biometanización sobre Perales del Río, la preservación del Parque Regional del Sureste o la declaración de Getafe como ciudad libre de maltrato animal.
Ya en el tiempo de descuento, por urgencia, entró la ya archirrepetida petición de Ahora Getafe de cambiar las 3 liberaciones totales en 5 parciales. Se votó la urgencia… ¡y AG se abstuvo! Sembraron sospechas en su intervención sobre las ‘ocultas’ razones que podía tener la alcaldesa de llevar esta moción en este momento y por urgencia. Seguro que no tiene nada que ver la división interna que tiene Ahora Getafe en su seno y que no tienen ni siquiera claro cuáles son los nombres de los que se van a liberar. Eso sí, tienen de plazo hasta el Pleno de mayo para comunicarlo.