Cristina Cifuentes comparecía en la sede del PP de Getafe en el estreno de su cargo como presidenta de la gestora de su partido en Madrid. La presidenta de la Comunidad ha destacado el «difícil momento» en el que llega a este cargo «por los casos de corrupción. Se han quebrado muchos de los lazos que nos unían con la sociedad». En su intervención ha destacado la necesidad de acometer la regeneración democrática y también aumentar la democracia interna.
Para Esperanza Aguirre solo ha tenido buenas palabras, aunque ha confesado que aún no se ha puesto en contacto con ella, más allá de un intercambio de mensajes. «Supongo que en las próximas horas hablaremos. Todas las políticas deben estar coordinadas y ella es la portavoz del PP de Madrid, el partido más votado con diferencia sobre el resto». Y ha negado cualquier pretensión de pedirle el acta. «¿Por qué le voy a decir que renuncie a su cargo de concejal?», ha apostillado, a la vez que aseguraba que no se había sentido engañada por no conocer la dimisión de Ignacio González, que se había producido hace más de un mes.
Con quien sí ha sido más dura ha sido con Rita Barberá. «No me gusta dar lecciones ni consejos, pero si yo estuviera en la situación de Rita Barberá lo que haría sería renunciar al aforamiento. Los ciudadanos no saben si no está imputada por su aforamiento, o porque es inocente. Debería renunciar a su aforamiento y dejar que los tribunales actuaran». De hecho, entre las medidas que ha avanzado que va a impulsar está el proyecto de ley para eliminar los aforamientos en la Comunidad de Madrid.
Del posible paso atrás de Mariano Rajoy no ha querido ni hablar. «La dimisión de Esperanza Aguirre es una decisión personal y no creo que nadie se tenga que sentir aludido», y tampoco ha querido valorar si ella optaría al puesto de Rajoy si este diera un paso atrás. «No me gusta hablar de futuribles. Voy asumiendo los retos que van surgiendo. Y bastante tengo con este reto».
Aún no cierra al 100% su candidatura en el congreso que se celebrará en unos meses, aunque la propuesta de dirigir la gestora la deja más cerca. «Me he encontrado el río que ha venido a mí, y me encuentro cruzando el puente. Posiblemente me presentaré en ese congreso abierto». Aunque el congreso será diferente: «Quiero un presidente elegido por los militantes. El próximo congreso regional va a ser abierto a la militancia», bajo la norma de un militante, un voto.
«Es una etapa fundamental porque desde hoy el PP tiene que recuperar la confianza después de casos de corrupción intolerables», ha afirmado Cristina Cifuentes, que se ha mostrado tajante. «Si detecto la comisión de un delito, me voy a un juzgado de guardia a poner una denuncia. No se va a tapar nada, ni se va a ocultar nada y se va a colaborar con la justicia». De momento no prevé una auditoría de las cuentas del partido, pero ha asegurado que «voy a actuar como lo he hecho siempre, con una transparencia total». De momento, insiste en el código ético que han firmado en el PP, con el compromiso de «renunciar a su escaño si es imputado o investigado por casos de corrupción».