El pasado 5 de enero se conmemoraba el 80 aniversario del fallecimiento del ilustre dramaturgo, poeta y novelista español don Ramón del Valle-Inclán, por ello en las dependencias de nuestra casa Consistorial se ha decidido estar a la altura del acontecimiento.
Allí se ha representado una obra teatral que reúne todas las características de lo que el genio gallego denomino esperpento; mientras desde hace meses todos debatíamos si la aprobación presupuestaria sería por Junta de Gobierno o Pleno, ha resultado que ni lo uno ni lo otro.
Resulta complicado explicar a nuestro lector la razón exacta de dicha aprobación; en estricto cumplimiento de la ley dicen unos; ley que no se cumplió para la entrega del borrador de los mismos dicen los otros; por ausencia manifiesta de la oposición dicen unos; se lo advertimos dicen los otros.
La realidad es que se ha hurtado al ciudadano del elemental debate presupuestario, que por acción u omisión de unos y otros, los vecinos tienen un presupuesto que representa la visión de menos del 30% de los vecinos que fueron a votar en las últimas elecciones de mayo del año pasado, es absolutamente legal, pero carente de legitimidad democrática tan en discusión estos días.
Coincido plenamente con el editorial de este periódico del pasado viernes: la oposición, lo dije hace un par de meses, ni está ni se la espera, ya sea por sectarismo o incapacidad, ahora bien el Gobierno no puede sentirse satisfecho de obtener “victorias” de manera tan ruin y cobarde.
Expresaba nuestra alcaldesa recientemente en la Cadena Ser su voluntad de diálogo con Ahora Getafe para lograr revertir la situación generada tras el rechazo de las ordenanzas fiscales en el pleno del 23 de diciembre; es evidente que esto aún no ha sucedido y parece que esa voluntad debe existir en ambos bandos.
La cuestión es que la desafección de los vecinos con la política local ha crecido de manera exponencial estas, ya pasadas, Navidades. Unos y otros prefieren mantener el esperpento en lugar de hacer política, mientras, los vecinos se sitúan muy por encima de sus representantes, y les piden que dado que no van a recibir las bonificaciones prometidas se invierta ese dinero en dotaciones para sus barrios, “chapeau” por los vecinos; los políticos, mientras, ni caso.
El uso, una vez más, del Boletín Municipal como herramienta de propaganda partidista demuestra que, como muchos vecinos venimos reclamando desde hace más de una década, es algo que se debe eliminar. Del consejo de redacción nada más se supo.
Me van a permitir que cierre esta semana con un fragmento del último artículo de Valle-Inclán publicado en el periódico Ahora de Madrid el 2 de octubre de 1935 titulado “Mi rebelión en Barcelona” que creo debe hacer reflexionar a nuestros políticos:
“En la vida nada se pierde, y el haber sufrido hambre y sed de justicia es siempre de provechosa enseñanza para aquellos hombres singulares, propuestos por el Destino para la gobernación de los Estados”.