Hasta cuatro miembros de las asociaciones Solidaridad Esperanza y Al-Falah han tomado la palabra en el Pleno de Getafe para calificar la proposición que llevaba el PP de creación de un plan de integración específico para los musulmanes al hilo de los atentados de París, de «un insulto a los vecinos. Es inmoral, racista y xenófoba. Hablar de guerra, de enemigos dentro del territorio… es instalar la política del miedo creando una sociedad dividida». «En vez de construir, buscan destruir, en lugar de sumar, restan», afirmaban. Dos mujeres musulmanas han defendido su total «condena de todo acto de violencia» y han defendido «la diversidad como factor de enriquecimiento», pidiendo «incidir en lo que nos une, no lo que nos separa». Defienden su pertenencia a Getafe, porque muchos ya han nacido aquí. «No tengo por qué integrarme en un país en el que ya nací integrada. Hace falta trabajar con toda la sociedad, no solo con los musulmanes».
Al PP le llovieron críticas de todos los partidos. Javier Santos (IU) destacó que «esta moción no tenía que haberse presentado». Mónica Cobo (C’s) aludió «al tufillo rancio» que desprendía su propuesta, mientras la desgranaba. «¿Cuáles son los getafenses auténticos? ¿Va a haber un cursillo del buen getafense? No es ni ético ni estético hablar de barrios concretos como Las Margaritas y Juan de la Cierva», sobre este problema, defendió Cobo.
También Hugo Paternina (Ahora Getafe) defendió que «crear conflictos donde no los hay es un mal ejemplo y criminalizar a los que profesan una religión crea una desconfianza innecesaria. Nos negamos a convertir a respetables musulmanes en presuntos seguidores de Daesh». Raquel Alcázar (PSOE) criticó que se identificara una religión con una zona concreta de Getafe y rechazando un «discurso xenófobo». Y puestos a sacar punta «ustedes tampoco son getafenses auténticos», les espetó.
Inmaculada Lázaro (PP) trató de justificar su proposición pero ningún partido le ha dado finalmente respaldo.
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