En días precedentes se han publicado en Getafe Capital dos artículos magníficos: un editorial del propio periódico titulado “Dogma, cojones o incapacidad” (valiente y muy claro ya desde el propio título) y otro firmado por José Luis Sánchez Cifuentes cuyo título es “Formatear la política municipal”. Ambos tratan de la posición de Ahora Getafe (AG) respecto a las ordenanzas fiscales pero el segundo trasciende ese asunto para pedir un replanteamiento de la política municipal.
No sé si cabe un tercer artículo, pero confío en la generosidad de la dirección de este medio y en su vocación de servir de vehículo a las inquietudes de los vecinos.
En “Dogma…” se explica perfectamente la situación en cuanto a como se ha desarrollado el proceso de no aprobación de las ordenanzas por lo que me ahorraré volver a hacerlo. Y expone con toda claridad una consecuencia: el enrarecimiento de la vida política municipal, las dificultades de comunicación gobierno-oposición y el peligro de que pueda ocurrir algo similar con los presupuestos.
En “Formatear…” se dicen algunas cosas con las que estoy plenamente de acuerdo y otras en que no tanto. Que alrededor de la negativa de AG a aprobar las ordenanzas hay cuestiones que no tienen que ver con las ordenanzas, solo podría negarlo quien quiera cerrar los ojos o tenga intereses distintos a los de la mayoría de los getafenses. Si la primera posición de AG fue abstenerse pero, finalmente, se opone de la forma y con los argumentos que tan bien se explican en “Dogma…”, tiene que haber alguna razón distinta a las que vienen dando: ¿alguien puede llamarme malintencionado si recuerdo que tres días antes de la negativa se habían celebrado las elecciones generales con los resultados que todos conocemos? Parece que, a partir de ahí, cualquier cosa se justifica, por muy aberrante que sea, para erosionar al PSOE aunque ello suponga engañar y perjudicar a los vecinos que no podremos beneficiarnos de las mejoras que estas ordenanzas introducían respecto a las del PP que, dicho sea de paso, es el gran triunfador de este sinsentido: AG, partido que se publicita como el que viene a acabar con la vieja política, impide que salgan adelante unas ordenanzas que introducían beneficios para los más necesitados (quizá no todos los que nos gustarían, quizás podría haberse ido más lejos en ciertas cosas, quizás, quizás…) y, con excusas que afectan sólo a su honrilla pero no a los vecinos, permite que sigan vigentes las ordenanzas del PP, es decir, las que benefician a los que más tienen. ¿Esta es la nueva política?
También se dice en “Formatear…” que “La responsabilidad de lo sucedido el pasado Miércoles está repartida al 50% entre PSOE y Ahora Getafe”, pero en eso no puedo estar de acuerdo. Porque no es lo mismo gobernar, donde se corre todo el riesgo, el de acertar y el de equivocarse, que estar en la oposición donde se puede ser responsable o disparar con pólvora del rey que es lo que, hasta ahora, viene haciendo AG. Sé que no es elegante citarse uno mismo pero en el mes de julio, cuando el nuevo Ayuntamiento apenas llevaba un mes funcionando, ya hice una llamada al respecto: la oposición puede ver los toros desde la barrera o comprometerse en la gobernación de Getafe desde donde los ciudadanos le han puesto. Y no nos engañemos, no estoy pidiendo a AG que diga amén a todo, que no haga una dura oposición, que renuncie a sus principios; igual que exijo al gobierno municipal que se deje la piel en el servicio a los vecinos, a AG le exijo lo mismo: que ponga por delante de sus intereses partidarios los de los getafenses, que no nos engañe, que no haga marrullerías con el solo objetivo de perjudicar al PSOE.
Y eso es posible. Es posible “formatear” el ayuntamiento, restablecer una comunicación que facilite la colaboración en todo aquello que puedan colaborar gobierno y oposición, y lo pueden hacer tanto el PSOE como AG. Porque a mí me parece que, si bien es cierto que hay diferencias en cuanto al modelo de ciudad o a las formas en que uno u otro partido conciben la gobernación de la misma, esas diferencias no me parecen insalvables. No estoy llamando a un pacto de gobierno pero sí a un pacto de entendimiento porque los programas de ambos tienen muchas más similitudes que diferencias y si, como digo más arriba, se ponen por delante los intereses de todos, repito, todos los getafenses, quizá tendríamos una de las legislaturas más productivas que haya tenido nuestra ciudad. Depende de la voluntad política y la generosidad de todas las partes.