El exalcalde de Getafe, Pedro Castro, sería otro de los implicados en la trama Púnica, según la información que ha publicado El Confidencial, y que apunta a que su nombre ha salido en las declaraciones realizadas por David Marjaliza, cerebro de la trama y actualmente en la cárcel. El foco en esta ocasión será el desarrollo de Los Molinos-Buenavista, donde hasta 5 empresas de Marjaliza tienen intereses y adquirieron suelo para construir cerca de 500 viviendas. Pedro Castro, es contundente: «No conozco a este señor, nunca me he reunido con él».
El consorcio Los Molinos-Buenavista, en el que la Comunidad a través de Arpegio tiene el 60% y el Ayuntamiento de Getafe el 40%, planificó desde 2001 dos desarrollos urbanísticos donde se iban a construir 12.000 viviendas, el 80% de protección. El gestor del consorcio es Arpegio, que estuvo presidida por Francisco Granados entre abril de 2005 y diciembre de 2007. En ese periodo fue cuando se aprobaron los pliegos de los concursos públicos para adjudicar las viviendas.
Entre las que se hicieron con terreno está Lares del Sur, que pagó 9,1 millones de euros por 6.000 metros cuadrados y 154 viviendas. Lares del Sur depende de la firma Vancouver Gestión, propiedad de Marjaliza. La gestora de la cooperativa era Gestión y Técnicas de Ordenación Urbana (GTO), cuyo accionista también es Marjaliza.
Altamira es otra de las cooperativas que aparecen y que con suelo para 152 viviendas pagó 8,8 millones de euros por 6.000 metros cuadrados. Altamira también depende de Marjaliza. La tercera es la empresa Obrum Urbanismo y Construcciones, que pagó 4,8 millones por suelo para 93 viviendas. Hay otras dos empresas del cerebro de la Púnica, de nombre Akira Inversiones y Obras y Vías, que también tienen suelo en este ámbito de Getafe.
La investigación a la que alude El Confidencial habla de que Marjaliza solía pagar una comisión por cada vivienda adjudicada y que era el partido el que cobraba la comisión, modelo que según las declaraciones del preso, que está colaborando con la justicia para conseguir una rebaja de la pena, se podría haber repetido en Parla con Tomás Gómez.
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