La historia de Gasóleos Getafe se remonta a 1995, cuando comenzó su andadura precisamente en este municipio. Veinte años después es una empresa en crecimiento, con bases también en Malpartida de Plasencia, en Cáceres y otra en Guadalajara en Azuqueca de Henares. Ahora afrontan una nueva etapa, una experiencia pionera para la empresa, con la apertura de una gasolinera (calle Pitágoras, 1 en el polígono San Marcos). «Nosotros le llamamos unidad de suministro: únicamente tiene un poste, con tres mangueras. Dos de gasóleo para coches y camiones, y la de gasolina 95», explica Santiago Gozalo, director de la empresa, que ha delegado en sus dos hijas la responsabilidad de afrontar esta nueva etapa.
El viernes, 27 de noviembre, iniciarán esa aventura a la que se han lanzado «con dinero propio. Nos hemos autofinanciado». Después de más de dos años de permisos y obras, el proyecto ve la luz. «Esto es un complemento, que le tenemos que sacar un rendimiento anualmente». Le da dos años a este proyecto, porque si no tiene un plan B: «Utilizo el mismo tanque y hago una distribuidora. Ese tanque que tenemos de 80.000 litros, quitamos el surtidor, ponemos un brazo de carga y nos sirve para distribución».
Porque el grueso del negocio de Gasóleos Getafe se centra en «el cliente de gasóleo C, el de calefacción». Anualmente venden entre 32 y 33 millones de litros. Ahora también van a probar con un nuevo producto que ha sacado Repsol, con quien trabajan. «Ha sacado un nuevo producto con menos emisiones. Lo llaman gasóleo de llama azul, que llevaremos al mercado en enero. Es un poco más caro, pero si la caldera es de nueva generación, puedes ahorrar hasta un 30%. Con esto las calderas que piensan cambiar a gas, no lo van a hacer».
En cartera tienen alrededor de 14.000 clientes de todos los tipos. «Trabajamos con el Ayuntamiento de Getafe, con el Senado, Dragados, Valoriza…», enumera Gozalo. «Este negocio es de mucho dinero, pero el dinero no es tuyo: es de la compañía petrolera y de Hacienda, porque nos dedicamos a recaudar impuestos: más del 60% son impuestos. O tienes el dinero o tienes complicaciones», así que su filosofía de empresa siempre ha estado clara. «Había que hacer una sociedad fuerte. Los beneficios no te los puedes gastar, debes hacer una hucha: hacer la empresa fuerte para no necesitar a los bancos. En las grandes crisis, nosotros no hemos tenido ningún problema», de hecho, han sobrevivido a esta última «creando empleo. Este año hemos contratado a tres personas y otra más que vamos a coger». Su gran enemigo no son las crisis: es el calor. «Este mes de noviembre ha sido fatal, porque ha hecho mucho calor, y no vendemos gasóleo. Somos amigos del frío», cuenta entre risas.
En su nueva apuesta Gozalo quiere huir de la gasolinera tradicional. Su surtidor estará abierto en horario de oficina, de 7 de la mañana a 8 de la noche, ininterrumpidamente, y únicamente aceptará pago con tarjeta. «No queremos ver atracos ni nada de eso». Quiere convertirse en la gasolinera de confianza de la gente de alrededor. «La gasolinera normalmente no busca el cliente, y ese concepto hay que cambiarlo. Le buscas por la amabilidad, por cómo tratas al personal, si das un regalito…», y en esa labor también quiere interactuar con el comercio local, cerrando promociones con las asociaciones de comerciantes para que haya ese apoyo mutuo. «Vamos a tener precios razonables y descuentos razonables, con tarjetas de fidelización, con descuentos y regalos. Más que al repostaje del coche particular, vamos a ir al cliente medio, porque el grande tiene sus propios surtidores normalmente».