El equilibrio de poder se rompió con la marcha del presidente de Airbus España, Domingo Ureña. Tras su cese en el mes de enero, se precipitó la reestructuración que a día de hoy sigue cambiando el peso de la compañía, favoreciendo a Alemania. Con el nombramiento de Fernando Alonso en sustitución de Ureña y trasladando parte de las responsabilidades a Munich, comenzó la batalla entre ambos países, saliendo derrotada España.
Ahora se ha dado un paso más, y el control comercial de los dos aviones que diseña y produce España, el tanquero A330-MRTT y la aeronave de transporte militar C295 se trasladan a Alemania. Además de perder flexibilidad a la hora de negociar, ya que todos los pasos tendrán que ser visados y autorizados, son dos de los programas que más beneficios generan en España, mientras que la sección alemana ha cosechado importantes fracasos.
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