Las cartas están repartidas y aquí todos creen que tienen la mejor mano, solo queda saber quién es el mejor jugador de póker, y si hay quien va de farol o no. La partida está sobre la mesa y el bote es el convenio que tiene que firmar el Getafe CF para seguir teniendo la cesión del Coliseum Alfonso Pérez y la Ciudad Deportiva. Ambas partes han asumido que no habrá contraprestación económica, que el Ayuntamiento no dará subvención al club. Eso está descontado.
Pero aún quedan muchos flecos más. El pago de suministros es uno de ellos: figuraba en los anteriores convenios, pero el Getafe nunca llegó a pagar la luz o el agua del estadio. Y otro de los puntos de controversia es quitar la exclusividad de uso de la Ciudad Deportiva al Getafe, algo a lo que el club parece decidido a negarse. La última respuesta del Getafe CF a la propuesta de convenio es un órdago en toda regla: que se vayan a los tribunales si quieren usar los campos (municipales) de la escuela azulona. Incluso hay lugar para la sorna en la respuesta de Ángel Torres, sugiriendo la compra del Coliseum al Ayuntamiento.
Enfrente, por la misma vía y destinada a chocar, la alcaldesa Sara Hernández que ha repetido hasta la saciedad que «llegará hasta las últimas consecuencias» en la negociación del convenio con el Getafe CF. ¿Cuáles son esas consecuencias? ¿Entrar por la fuerza en la Ciudad Deportiva haciendo valer la titularidad municipal? ¿Cerrar el estadio y paralizar la Liga de Primera División, al no tener el Getafe CF un convenio que regule el uso de esta instalación?
Hay guerra y hay dos trenes dispuestos a chocar, a no frenar en su camino.