Aún quedan islas ecológicas que únicamente mantienen la base metálica en la acera y que no tienen ningún uso, pero que son un foco de suciedad y generan problemas de movilidad para los vecinos. El Ayuntamiento está procediendo a su eliminación, rellenando con tierra los huecos que dejan estas islas para posteriormente pasar a la restauración del suelo con ferralla, hormigón y adoquines para igualarlo al resto de la acera.
A través de la empresa municipal de limpieza, Lyma, se estudiará la retirada progresiva de aquellas islas ecológicas que los vecinos, de forma consensuada, soliciten, bien por problemas de ruido o de malos olores, como ya lo han manifestado en algunas asambleas vecinales, y siempre que se pueda ofrecer una solución alternativa a través de contenedores externos.
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